Las últimas encuestas en Brasil auguran un voto masivo para Lula
El candidato de la izquierda acumula apoyos, incluso en la derecha, ante la segunda vuelta
Luiz Inácio Lula da Silva, candidato del Partido de los Trabajadores (PT), está muy cerca de convertirse en presidente de Brasil. Las encuestas de la segunda vuelta le atribuyen un 61% de los votos, frente al 32% de su adversario, el candidato oficialista del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), José Serra. En la última semana de campaña -'será la más larga de mi vida', ha dicho Lula- son muchos los que dan por segura su victoria el domingo.
La tendencia al alza en la intención de voto a Lula, a pesar del pesimismo de los operadores financieros y de la caída de la cotización del real, tiene mucho que ver con los apoyos que ha venido recibiendo el candidato desde su triunfo en la primera vuelta, el 6 de octubre. Primero fueron los aspirantes derrotados Anthony Garotinho y Ciro Gomes, que representan mayoritariamente a sectores de izquierda y que obtuvieron un total del 25,2% de los votos en la primera fase. Desde un frente opuesto, Lula recibió el respaldo de uno de los líderes de la derecha tradicional, Antonio Carlos Magalhães, ex presidente del Senado y caudillo indiscutible del Estado de Bahía.
'Apoyo no es alianza', repiten los dirigentes del PT a la hora de justificar la larga lista de inesperados forofos, que aumenta día a día según se aproxima el domingo. Para ganar, todos los votos suman, añaden.
En las filas del partido no todos comparten la decisión de aceptar cualquier apoyo, venga de donde venga. El último caso ha ocurrido en el Estado de São Paulo, el más próspero y poblado de Brasil, que no en vano produce más de un tercio del PIB del país y tiene 38 millones de habitantes. La megalópolis, São Paulo (más de 18 millones), concentra un peso económico y político muy superior al de la capital federal, Brasilia. El gobernador del Estado no es, pues, uno más de los 27 que se eligen en estas elecciones. Es, probablemente, el político más influyente después del presidente de la República.
Hasta el 6 de octubre, uno de los favoritos para este puesto era Paulo Maluf, dinosaurio de la política brasileña que ocupó varios cargos durante la dictadura militar y enemigo declarado de todo lo que representa el PT. Sorprendentemente, Maluf, líder del derechista Partido Progresista Brasileño (PPB), fue derrotado en la primera vuelta de las elecciones a pesar de que 4,1 millones de paulistas votaron por él.
Apoyos en la derecha
La segunda sorpresa se produjo el lunes, cuando Maluf anunció su apoyo al candidato a gobernador de São Paulo por el PT, José Genoino, que el domingo se enfrentará en las urnas con el candidato oficialista y actual gobernador, Geraldo Alckmin (PSDB). El PT 'ha cambiado y madurado', dijo el veterano político derechista. En el partido de Maluf la noticia ha sido recibida con disparidad de criterios, y no han faltado quienes han proclamado que ni locos votarán al candidato del PT.
En las filas del partido de Lula y Genoino no han faltado las críticas a lo que se considera poco menos que un abrazo del oso. La senadora Heloísa Helena, del sector radical del PT, ha declarado: 'La actual capacidad camaleónica de los políticos provoca realmente la envidia a cualquier reptil'. El 6 de octubre, Genoino dijo, tras conocer que pasaría a la segunda vuelta: 'Maluf es nuestro adversario histórico y la población de São Paulo sabe que la relación entre el PT y Maluf es como el agua y el aceite. Es imposible apoyarlo o recibir su apoyo'. Por su parte, Maluf manifestaba en marzo: 'Decir que Genoino será un buen gobernador es como decir que la selección de fútbol de Islandia ganará a la de Brasil. Podría ocurrir, pero todo el mundo sabe que no ocurrirá'.
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