Bruselas hará otra propuesta más favorable a España sobre el caso de Seat y Eslovaquia

La Comisión Europea se ha comprometido a presentar hoy o mañana una nueva propuesta más favorable a España sobre el contencioso que le enfrenta a Eslovaquia a raíz del anunciado traslado de Martorell (Barcelona) a Bratislava del 10% de la producción del modelo Ibiza de la empresa automovilística Seat. España planteó ayer durante la reunión en Luxemburgo de los ministros de Exteriores de los Quince que debe ser reducido el periodo durante el cual Eslovaquia pretende conceder rebajas fiscales al grupo Volkswagen (están previstas hasta 2008).

La propuesta española ante la Comisión recoge, junto a un menor periodo de rebajas fiscales, que también sea menor el porcentaje de la inversión inicial sobre la que la multinacional alemana podría gozar de una exención fiscal.

'Hay un espíritu de negociación', comentó la ministra española de Exteriores, Ana Palacio, que asimismo reclamó que 'se respeten los principios básicos', es decir, las normas comunitarias de la competencia, cuyo capítulo de negociación con Eslovaquia está todavía sin cerrar por la oposición de España.

Fuentes oficiales españolas señalaron ayer que, en realidad, la actual propuesta de la Comisión 'es un cheque en blanco' para Eslovaquia, porque le permitirá seguir favoreciendo hasta el año 2008 a las empresas que decidan instalarse allí. La Comisión pide 'un gesto de solidaridad' con un país candidato. La propia ministra Palacio admitió que España está dispuesta a tener en cuenta 'las circunstancias especiales' de Eslovaquia, pero que las ayudas que dé este país deben ser 'limitadas en el tiempo y razonables'.

De hecho, todos los países de la UE, incluida España, están dispuestos a que Eslovaquia sea una excepción a la regla general que limita a entre el 4% y el 8% de la inversión las ayudas estatales que puede recibir una industria del automóvil en un país actual de la Unión Europea, aunque el porcentaje puede subir en caso de regiones poco desarrolladas. Eso es lo que esgrime la Comisión Europea, porque entiende que las ayudas previstas para la factoría de Volkswagen tienen por objeto el desarrollo de una región más que favorecer a una empresa concreta.

El Gobierno español no lo ve así, y por eso exige que el límite temporal sea algún año anterior a 2008 y que sea menor el porcentaje del 30% de la inversión inicial en exenciones fiscales. El anuncio de Seat de trasladar parte de la producción de Martorell a Bratislava, con la pérdida de 500 puestos de trabajo en España, ha provocado la inmediata reacción española.

Además de las citadas exigencias, España quiere ahora que la Comisión Europea proponga un rígido sistema de seguimiento sobre las ayudas oficiales que concede Eslovaquia al sector del automóvil.

Inversiones futuras

No sólo eso. También exige España que en la propuesta de Bruselas quede claro que las condiciones que se pacten ahora serán válidas no únicamente para las inversiones en curso, sino también para las futuras que se realicen.

'Confío en que el tema sea resuelto antes de la cumbre. No ha sido resuelto hoy y espero que lo sea antes del jueves', señaló al respecto en Luxemburgo Per Stig Moeller, el ministro de Exteriores de Dinamarca, el país que ahora preside la Unión Europea. El comisario de la Ampliación, el alemán Günter Verheugen, también se mostró 'esperanzado' ante la posibilidad de llegar pronto a un acuerdo.

Fuentes de la Comisión Europea insistieron ayer en que realmente España debiera negociar este contencioso con Volkswagen, porque también fue esta multinacional la que impuso sus condiciones a Eslovaquia a la hora de instalarse en ese país.

De hecho, el ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, prevé trasladarse el próximo día 12 de noviembre a Alemania para hablar con Bernd Piechstrieder, el presidente de la firma alemana propietaria de Seat. El gesto de que sea un ministro el que se traslade a otro país para hablar con un directivo de una empresa privada fue objeto ayer en Luxemburgo de algunos comentarios críticos en los pasillos.