_
_
_
_
Reportaje:

La economía se desploma

El PIB cae un 10% y sólo el petróleo mantiene a flote la economía

'Con hambre y sin empleo, con Chávez me resteo (me lo juego todo)' es uno de los lemas que últimamente llevan los partidarios del Gobierno en sus pancartas, una prueba patente de que hasta los simpatizantes de la revolución venezolana son conscientes del despeñadero económico por el que transita el país de manera paralela a su enconada crisis política.

Lo del hambre no es una metáfora. Carlos Machado Allison, portavoz del reputado Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), la gran escuela de gerentes de Venezuela, afirma que 6,5 millones de venezolanos consumen menos de lo que establece la norma alimentaria recomendada, 2.300 calorías diarias. Otro buen porcentaje de la población se encuentra en el límite.

Dos de cada tres familias venezolanas han reducido la compra de alimentos

Una encuesta hecha por la empresa Datanálisis en agosto precisa que el 67,6% de la población ha limitado la compra de bienes alimentarios, sobre todo carne, pescado, cereales, pan, pasta y harina de maíz. Este último renglón es básico en Venezuela, pues es la materia prima para la arepa, una especie de pan que es la base de la dieta cotidiana de la mayoría, especialmente de los más pobres.

Las cifras económicas revelan el drama casi de manera tan gráfica como los lemas de los partidarios del presidente Chávez. El producto interior bruto (PIB) cayó un 9,9% en el segundo trimestre del año y el sector manufacturero registró una merma del 7,6% durante el primer semestre. Los indicadores de la producción de los sectores clave en la generación de empleo, como la construcción, también evidencian una caída impresionante. De ahí que los niveles de desocupación tienden a elevarse, como admite el oficial Instituto Nacional de Estadística al indicar que en julio la tasa de desempleo llegó al 16,4%. Estimaciones de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), la mayor central obrera, y de otros opositores colocan el desempleo por encima de 20%. El otro gran problema que afronta el Gobierno es la inflación, un parámetro que había logrado controlar en ejercicios anteriores. Este año ya ha sobrepasado notoriamente el estimado para el período completo, que era de entre un 12% y un 14%. En septiembre superó el 25%. Cálculos independientes estiman que pasará del 30% a finales de año.

La depreciación de la moneda nacional, que se acentuó a partir de febrero, tiene mucho que ver con este disparo inflacionario. El dólar ha elevado su precio al doble en menos de un año. A fines de 2001 la moneda norteamericana se cotizaba a 750 bolívares. Ahora su cotización roza los 1.500 bolívares.

Todos estos síntomas negativos se producen a pesar de que si en algo ha tenido éxito la estrategia gubernamental en estos cuatro años ha sido en mantener alto el precio del petróleo. La cesta venezolana ha logrado flotar sobre los 26 dólares por barril y evidencia una gran fortaleza, ante la posibilidad de un ataque bélico contra Irak. Sin embargo, los gigantescos ingresos petroleros no han logrado revertir la crisis económica.

Las estimaciones de aporte fiscal de Petróleos de Venezuela para 2002 se ubican en parámetros similares al año pasado. El presupuesto de 2003 prevé un precio del crudo de 18 dólares por barril, una inflación del 28,6% y un tipo de cambio de 1.602 bolívares por dólar.

El Gobierno responsabiliza de la crisis al constante sabotaje de los sectores más poderosos de la economía venezolana. El presidente Chávez, experto en acuñar términos, ha hablado de 'golpe económico' para significar los ataques contra la moneda, las huelgas empresariales y la retención intencionada de inversiones, prácticas en las que estarían incurriendo empresarios de muchos recursos con la única finalidad de precipitar la caída del Gobierno, que en abril sufrió una breve interrupción de 47 horas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_