Aulas construidas entre todos

Cómo debería resolverse un problema de indisciplina en el aula? ¿De qué manera habría que trabajar con un alumnado que procede de distintas culturas? ¿Se podría evaluar de forma más eficaz a los estudiantes? Éstas y otras cuestiones surgen cada día en el seno de los centros escolares y, a veces, los profesores se sienten más que perdidos.

Así, un grupo de profesionales de la docencia han constituido un grupo de trabajo, denominado Proyecto Atlántida, con el objetivo de asesorar a colegios e institutos públicos bajo el lema 'la reconstrucción democrática de la cultura escolar', tal y como informa la publicación Cuadernos de Pedagogía en el número de octubre.

El fin es crear una red de centros de referencia en toda España que siente precedentes de cómo solucionar cuestiones educativas. Entre ellas, la elaboración de un currículo adecuado, la participación de las familias y la organización y funcionamiento de los centros. Y siempre desde una perspectiva de innovación pedagógica.

Es muy común que se pida asesoramiento sobre la mejora de la convivencia en el aula

El programa también incide en la transmisión de valores a los alumnos. Según un estudio, sólo el 33% de los estudiantes de secundaria opina que el régimen democrático es insustituible; el 30%, que sólo vale si sabe dar solución a los problemas, y el 28%, que le es indiferente siempre que haya orden y progreso. El 8% restante considera que a veces es necesario un régimen autoritario [ver EL PAÍS del sábado].

El proyecto, integrado por unos 200 profesionales -profesores, pedagogos, maestros, docentes universitarios- trabaja ya en unos 30 centros de Andalucía, Asturias, Canarias, Cataluña, Ceuta, Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra y Valencia, y está promovido por la Federación de Enseñanza del sindicato CC OO. También cuenta con el apoyo de distintas entidades y colectivos como la confederación de padres de alumnos laicos, CEAPA; profesores de departamentos universitarios y conserjerías de Educación como la de Andalucía,Canarias, Ceuta y Extremadura. Los profesionales del Proyecto Atlántida trabajan directamente con los centros asesorándoles en cómo pueden solucionar problemas concretos.

El coordinador del proyecto, Florencio Luengo, explica que uno de los temas más recurrentes de los centros a la hora de solicitar ayuda es cómo mejorar la convivencia y la disciplina democrática en el aula. También les preocupa cómo trabajar con un alumnado intercultural donde hay un gran porcentaje de inmigrantes y cómo evaluar el rendimiento de los alumnos de la forma más eficiente.

Otra de las cuestiones más solicitadas por parte de los centros es cómo mejorar su relación con el barrio. Es decir, cómo hacer que la familia se involucre más en el colegio, cómo organizar actividades extraescolares y cómo contar con el apoyo de las asociaciones de vecinos. 'Esto ocurre sobre todo en zonas conflictivas donde aparecen problemas de drogadicción y marginalidad y en las que es imprescindible que se trabaje con los alumnos más allá de las aulas', dice el coordinador del Proyecto Atlántida.

En la elaboración del currículo académico, los profesionales del programa apuestan por un currículo integrado y por un aprendizaje basado en la investigación y el descubrimiento. También señalan que los docentes deberían centrarse en los procesos de aprendizaje más que en el control del alumnado.

En la organización del centro, subrayan la participación de todos los miembros de la comunidad educativa y la autonomía de los colegios para poder solucionar sus propios problemas.

En cuanto al profesorado y su desarrollo profesional, el programa concibe que los docentes deben asumir que trabajar en la escuela supone perseguir metas comunes, cuyo logro dependa más de lo que haga el conjunto del profesorado que lo que puedan hacer por separado.

Para el secretario general de la Federación de Educación de CC OO, Fernando Lezcano, la vigencia de los objetivos de este programa es evidente. 'El proyecto se halla en las antípodas de la ley Del Castillo, pues mientras que el proyeco incentiva la innovación educativa desde la participación democrática de todos los estamentos de la comunidad escolar, la ley segrega al alumnado, ofrece salidas excluyentes a los estudiantes inmigrantes, vacía de contenido los consejos escolares y convierte a los directores de los centros en comisarios políticos'.

La mitad de los colegios e institutos que participan en el programa lo hacen de manera puntual. La otra mitad lo hace durante todo el curso. En estos últimos centros se crea un seminario interno dentro del mismo colegio, en el que colabora directamente el asesor junto con el resto de los profesores. En todos ellos, la prioridad es que haya un claustro en el que, de verdad, se pretenda una 'autorrevisión democrática' de su forma de trabajar, cuenta Luengo.

El proyecto tiene en su página web (www.proyecto-atlantida.org) documentación y experiencias concretas de los centros integrados en el programa.