El sector privado pasa del 18% al 42% en la Formación Profesional desde 1998

En los últimos cuatro años el sector privado ha irrumpido de forma espectacular en la enseñanza de Formación Profesional (FP). En 1998 la oferta de los centros públicos representaba el 82% del total y ahora ha caído al 58%. Los centros privados, que hace cuatro años ofrecían escasamente el 18% de los ciclos, superan en 2002 el 42%, según un estudio de CC OO. El sindicato denuncia un 'beneplácito explícito de Enseñanza' a este proceso.

La consejera de Enseñanza, Carme Laura Gil, se apresuró a desmentir las conclusiones del informe presentado ayer por CC OO asegurando que el sindicato 'lleva el cálculo mal (...) y multiplica cuando debería restar'. Según Gil, en el curso 2002-2003 'estamos en una relación del 70% de grupos de Formación Profesional en centros públicos y el 30 % en privados'. Sin embargo, la consejera admitió que en la ciudad de Barcelona -donde estudian casi un tercio de todos los alumnos de FP en Cataluña- el peso de los centros públicos es mucho menor, 'entre el 35% y el 40% de los grupos'.

Los datos presentados por CC OO no ahorran críticas a 'la progresiva privatización' de la FP. Según el estudio, si en 1998 la oferta pública era del 82%, cuatro cursos después ha disminuido hasta el 58%, mientras que los centros privados han aumentado su oferta del 18% al 42% en el mismo tiempo 'con el beneplácito explícito de Enseñanza', según el sindicato. El informe señala que en estos cuatro años la oferta privada de FP ha aumentado el 170% respecto a lo previsto en el mapa escolar de 1997. 'La oferta prevista y la realidad actual ha variado de una manera escandalosa', afirma Jesús Martínez, responsable de FP de CC OO.

Asimismo, el sindicato denuncia que la oferta privada de los ciclos formativos es mayoritaria en cinco de las seis familias profesionales más escogidas por los alumnos, que son administración, electricidad y electrónica,mercadotecnia, sanidad, informática y hostelería y turismo, que entre todas agrupan al 66% de los estudiantes. La única familia de gran demanda en la que predomina la oferta pública es la de electricidad y electrónica, que exige una importante inversión en instalaciones y equipos.

Trato de favor

Según Jesús Martínez, la Generalitat 'da trato de favor' a los centros privados porque 'no se busca que los centros privados hagan de complemento de los públicos, sino que entren en competencia'. Martínez también denunció 'la excesiva centralización de la oferta' en la ciudad de Barcelona, en detrimento del área metropolitana y otras comarcas de Cataluña. A esta situación debe sumarse otro 'problema grave', según el sindicato: 'La imposiblidad de saber qué escuelas disfrutan de conciertos educativos, por lo que hay familias que pagan en centros privados entre 180 y 360 euros al mes, más los gastos de matrícula, a pesar de estar concertados', señaló Martínez.

El responsable de FP de CC OO cuestionó también la calidad y el ánimo educativo de algunas escuelas que han empezado a impartir ciclos formativos durante estos últimos años, a las que calificó de 'chiriniguitos de entresuelo que responden a intereses de puro negocio, no a la voluntad de formar personas'.

Otra de las quejas es que en Cataluña no se imparten 22 (el 16%) de los 139 ciclos formativos que prevé la LOGSE: no se ofrece, por ejemplo, ningún ciclo de la familia profesional de vidrio y cerámica, y no se imparten seis de los 11 ciclos de la familia del textil, confección y piel, a pesar de ser un sector de gran tradición.

CC OO también criticó la escasa adecuación entre la oferta de ciclos formativos y la realidad del mercado laboral, ya que los ciclos relacionados con la industria alimentaria, el textil, la madera, el papel y la edición sólo suponen el 3,4% de la oferta total, cuando es un sector que da trabajo al 10,5% de la población activa catalana.'Esperamos que el nuevo Plan General de Formación Profesional aporte soluciones a estas carencias', concluyó Martínez.

En Cataluña, unas 70.000 personas estudian ciclos de grado medio y superior de FP.