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Columna
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Ford, no sólo Brasil, asusta al mercado

Joaquín Estefanía

A pesar del rebote técnico de las bolsas de valores el último día de la semana pasada, es difícil ser optimista. Cada vez más analistas se unen a las posibilidades de una deflación, aunque en realidad las tres principales zonas económicas del planeta estén creciendo. Débilmente, pero creciendo.

Ford.- Los mercados están tratando a la empresa automovilística de EEUU como si tuviese la calificación de 'bonos basura'. Hay una huída masiva de los bonos corporativos; los ciudadanos han iniciado un abandono creciente de los bonos privados de las empresas para refugiarse en la seguridad de los bonos del Tesoro de EEUU. La semana pasada, los bonos de Ford superaron unos tipos de interés del 9%, frente a las condiciones del 3,6% a 10 años de los bonos públicos. ¿De qué recelan los inversores? ¿De otros casos de contabilidad creativa, que estén ocultando la verdadera situación de compañías que ya no tienen que ver con la nueva economía ni con las telecomunicaciones? ¿Del espectacular aumento de las suspensiones de pagos? ¿De los niveles de endeudamiento? ¿De una nueva crisis de liquidez? Todas las respuestas son manifestaciones de la misma familia: una crisis de confianza.

Ford es el primer emisor de deuda corporativa de EEUU, con 61.000 millones de dólares puestos en circulación. Los elevados tipos de interés pagados por Ford para financiarse en el mercado de bonos contrasta con la política de ventas de automóviles a tipo de interés cero puesta en práctica desde hace un año para no perder cuota de mercado respecto a sus competidores.

The Wall Street Journal vinculaba hace unos días la situación de Ford con la de Brasil bajo el epígrafe 'Una enorme moratoria', y decía 'Probablemente Ford y Brasil salgan del aprieto. Pero ¿qué más está acechando allá afuera? ¿Hay algún prestamista importante que pueda sorprender? ¿Hay algún jugador importante en los mercados financieros que no esté tan bien cubierto como cree estarlo?'. O sea ¿no es sólo Lula quien hace estremecer a los inversores internacionales?

Banca alemana.- La caída y posterior recuperación de las bolsas durante la pasada semana tuvieron como protagonistas a los bancos alemanes. Las crecientes dudas sobre su delicada situación, el temor a una crisis de liquidez, la decisión de Standard & Poor´s de rebajar la consideración de la deuda a largo plazo de Commerzbank y situar en perspectiva negativa la del HypoVereinsbank, provocaron el desplome de su cotización y los rumores de una crisis bancaria. Cuatro instituciones como el Banco Central Europeo (BCE), el Bundesbank (banco central alemán), el Ministerio de Finanzas y la Federación de la Banca alemana respaldaron a su sector financiero, negando que se encontrase en crisis o con problemas de liquidez. Lograron parar el golpe de momento. El regulador bursátil abrió incluso una investigación para saber si existe una campaña en contra de Commerzbank (por la 'acumulación de falsas informaciones y rumores sobre la situación del banco'), que ha tenido que hacer cuatro desmentidos consecutivos sobre su situación.

La base del negocio bancario alemán es más débil que el otros países (por ejemplo, que el español donde las principales entidades, a pesar de las coyunturas argentina y brasileña, resiste con fortaleza y repetirán dividendo) por el espectacular aumento de las quiebras empresariales, el repunte de los créditos morosos y la atonía de su coyuntura.

Los indicadores.- La economía americana había salido de la suave recesión de dos trimestres consecutivos gracias al consumo, que supone dos tercios de la economía del país. El último índice de confianza de los consumidores ha caído al nivel más bajo desde 1993. En septiembre, las ventas al por menor cayeron un 1,2%. Al mismo tiempo, el BCE y la Comisión Europea señalaron que la recuperación se retrasará varios meses, hasta bien entrado 2003.

Se necesita alguna buena noticia (por ejemplo, que no haya guerra con Irak) para estimular una economía global deprimida por los datos y el ambiente.

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