'En las distancias cortas gano mucho'
Pregunta. ¿Es usted tan soso como dicen?
Respuesta. No, en absoluto [ríe]. Yo creo que en las distancias cortas gano mucho.
P. ¿Se encuentra incluso carismático?
R. Me encuentro responsable y contundente en lo preciso.
P. 'Cada día veo más fácil que el PSOE gane las elecciones'. ¿Es una revelación divina?
R. Por una parte, lo dicen las encuestas, con lo que puedan tener de fiables; y después, lo estamos palpando en el ambiente.
P. Parece que Esperanza Aguirre, su contrincante para presidir la Comunidad de Madrid, le encuentra un poco antiguo.
R. Si hablamos de antigüedad, por varias razones, y no quiero ser irrespetuoso, yo salgo ganando.
P. ¿Qué tiene ella que no tenga usted?
R. Me han dicho que tiene sangre azul, pero no lo sé. Y también un buen hándicap en el golf.
P. ¿Trabajar en la panadería de su padre le ayudó a comerse muchas roscas?
R. [Ríe] A pesar de ser hijo de emigrantes, comíamos de todo.
P. Suele estar atestado de papeles. ¿Es desordenado o tiene mucho trabajo?
R. Trabajo mucho, y me gusta estar bien documentado. La imprecisión te resta credibilidad.
P. Lo que siempre ha tenido es fama de empollón.
R. Siempre he tenido un buen expediente, pero he sabido compatibilizarlo con la diversión. Me considero una persona divertida, a pesar de su primer comentario.
P. 'Trabajaré para que todo el PSOE sea de izquierdas'. ¿Cuánta parte no lo es?
R. Estamos cumpliendo el objetivo.
P. ¿En la FSM le quieren todos?
R. Yo creo que sí, que valoran un trabajo bien hecho.
P. No tiene usted abuela.
R. Lamentablemente no me quedan abuelas [ríe], pero hay pruebas a las que remitirse para poder sustentar mis afirmaciones.
P. En su Alemania natal, ¿cantaba Que viva España?
R. Sí, lo tengo que reconocer [risas]. Pero también cantábamos La Internacional, ¿eh?
P. Lleva desde los 16 años con su mujer. ¿Es para todo igual de persistente?
R. Ella tenía 16 y yo, 17. Tuve la suerte de encontrar una buena compañera desde muy joven, me ha ido bien, y no veo ningún motivo para cambiar.
P. Compañero de promoción de la Infanta Cristina en Políticas. ¿Era usted el de las pancartas de 'Borbones a los tiburones'?
R. Y lo de 'Infanta naranja, Infanta limón'. Pero no, no era yo.
P. Fue el mejor expediente de la promoción. ¿Cómo le pudo hacer eso a la Infanta?
R. No recuerdo si fui el primero, pero sí me esforcé. La Infanta y yo nos pasábamos los apuntes. Y teníamos una porra en la que a los dos nos daba por apostar al número 13. En más de una ocasión llegué yo antes que ella, y amablemente se lo cedí.
P. Su padre dice que es introvertido. Pero luego va de cañero en política.
R. Soy muy reflexivo, y eso me puede dar una imagen un tanto seria, pero a la hora de expresar mis ideas intento ser todo lo claro que puedo.
P. 'Tengo siempre la tentación de coger las riendas'. Vaya carácter.
R. Es un afán de responsabilidad y compromiso que tengo desde el colegio. Y más tarde, cuando estaba haciendo COU... Por cierto, era cuando Felipe González dijo aquello de que 'mi sucesor está ahora haciendo el COU...'
P. ¡Qué peligro tiene usted!
R. [Risas] No tenía que haberlo dicho... Se equivocó Felipe González, porque su sucesor era un poco mayor que yo. Hablaba de mi responsabilidad y de mi compromiso público. Yo estoy cansado de estar en la oposición.
P. Dice haber hecho de negro en los discursos de muchos dirigente socialistas. Cítelos, si se atreve.
R.Yo fui director de programas de formación en el PSOE, y las conclusiones de los dirigentes partían de análisis que yo, entre otros, había trabajado.
P. ¿Un ego bien plantado, el suyo?
R. Soy humilde, pero tengo la justa ambición para ocupar los puestos que mis compañeros me han otorgado, y que espero que los ciudadanos me otorguen también.
P. ¿Que le gusten el ajedrez y los puzzles, y no el deporte o el movimiento, significa que tiene la cabeza caliente y los pies fríos?
R. Intento adquirir prácticas deportivas, sanas para el cuerpo y para la mente, pero me he criado en un ambiente en el que no se hacía deporte, salvo el fútbol en el patio del colegio, porque no había instalaciones ni posibildiades. Y tengo ese afán también por la reflexión y la responsabilidad.
PERFIL
Con 36 años y un hijo, que confiesa como su gran afición -'estoy hecho un gran experto, por ejemplo, en play station'-, dice haber aprendido de Alfonso Guerra el rigor y el perfeccionismo. Quién sabe si tienen idéntica procedencia sus pasiones de chocolate: los profiteroles y el colacao. Le gustan la literatura y el cine clásico, y asegura que le cuesta mucho enfadarse en serio.
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