Saffron se sale del molde

'Nos hemos propuesto romper el molde, y con los más reacios, los gobiernos, las universidades, las instituciones oficiales...'. Jacobo Benbunan, consejero delegado de la empresa de creación de marcas (branding) Saffron, habla en un despacho de diseño, grande, amplio y de inmaculadas paredes blancas, sin ningún adorno, y lo hace apasionadamente del objetivo que se ha marcado: 'Remodelar empresas, reinventar sectores'.

Saffron nació en marzo de 2001 de la mano de Benbunan, un ingeniero que había trabajado estrechamente con el guru del branding, Wally Olins, hasta que la firma que llevaba su nombre se vendió a la multinacional Omnicom. Benbunan montó Saffron, de la que tiene el 45%, y Olins decidió invertir en el proyecto hasta controlar un 15% del capital. Desde entonces, un equipo de 16 personas de las nacionalidades más diversas y repartidas entre Madrid y Londres se dedican a hacer de industry shapers, remodeladores de industrias, una definición que reconocen 'arrogante', con la que pretenden transmitir lo que para ellos engloba la marca.

El objetivo de la compañía es conseguir que la mitad de la facturación provenga de España, frente al 35% actual

'Es algo', dice Benbunan, 'que desde luego va mucho más allá del logotipo. Es lo que recoge la estrategia comercial, la relación con el cliente, la organización del trabajo... Me obsesiona hacer ver que la marca es sinónimo de la compañía'. En este sentido, hacer marca, que es a lo que Saffron se dedica, es, para Benbunan, 'transformar una organización para cumplir unos objetivos'. Y todo es susceptible de tener marca, una empresa de cualquier sector, cualquier servicio y hasta un país. '¿Usted cree que la gente distingue Eslovenia de Eslovaquia, que sabe cómo son y qué tienen los países candidatos a integrarse en la UE? Algunos de ellos', afirma Benbunan, 'están pensando en crear marca'.

También lo pensó la National Housing Federation del Reino Unido, la organización que arrienda viviendas sociales a capas desfavorecidas de la población y que posee una de cada siete casas del país. La Federación estaba aquejada de una malísima imagen, que la perjudicaba cada vez más y, hace seis meses, encargó su remodelación, su nueva marca, a Saffron. Junto a ella, otros clientes como Uni2, Adquira, Abante Asesores o Big Fun, han decidio también transmitir qué son remodelando su marca.

Saffron es pequeña -este año estima facturar dos millones de euros- y sólo consigue el 35% de los ingresos del mercado español. Llegar a que suponga la mitad de la facturación es uno de sus retos.