Detenidos dos ecuatorianos que traían inmigrantes para la venta ambulante

La policía ha arrestado en Madrid a dos ecuatorianos que, presuntamente, traían ilegalmente a España a compatriotas para hacerles trabajar en la venta ambulante de bisutería y artesanía en diferentes ferias, hasta su traslado posterior a Bélgica y Holanda. Los inmigrantes no solían recibir ninguna retribución por su trabajo y lo realizaban únicamente a cambio del alojamiento y la manutención.

Según informó la Dirección General de la Policía, además de los dos detenidos por delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y contra los derechos de los trabajadores, los agentes han arrestado a siete inmigrantes por estancia ilegal.

Estos inmigrantes eran alojados en pisos de Torrejón de Ardoz, donde se hacinaban 14 o 15 personas por vivienda, para trabajar en la fabricación y ensamblaje de pulseras para la venta en mercados ambulantes.

No solían recibir ninguna retribución por su trabajo y lo realizaban únicamente a cambio del alojamiento y la manutención.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de julio, a raíz de que la Policía Federal de Bélgica informara a la española de la detección de ciudadanos ecuatorianos que estaban siendo reclutados en sus países para ir a trabajar a territorio belga. Las investigaciones permitieron constatar que dicho trabajo consistía en la fabricación de pulseras para venderlas en mercados ambulantes y que los inmigrantes eran alojados y alimentados en 'condiciones deprimentes'. Además soportaban horarios de trabajo de 14 horas diarias.

La ruta utilizada era la de Quito-Curaçao-Madrid, por cuyo aeropuerto entraban haciéndose pasar por turistas y donde eran alojados en casas del extrarradio hasta que se decidía su posterior viaje hacia Bélgica y Holanda.

Los agentes encargados de la investigación localizaron dos viviendas en Torrejón de Ardoz, donde los dos detenidos alojaban a sus compatriotas, una en la calle Hilados y otra en la de Río Sil. Todas las mañanas, sobre las seis, varias personas salían de estas casas y regresaban a última hora de la tarde, mientras que otras las abandonaban por la tarde y volvían a primera hora del día siguiente, en función de su actividad en los mercados o ferias de los pueblos.

Los investigadores pudieron comprobar que en estas labores eran utilizados menores de edad, que se alejaban de los tenderetes cuando los agentes realizaban inspecciones y simulaban que no realizaban ninguna labor.

Los dos ecuatorianos detenidos por reclutar a compatriotas de forma ilegal son: Nelson Rolando R. B., de 24 años, y María B. A., de 47, ambos naturales de Otavalo (Ecuador).

Los siete inmigrantes arrestados son José Marcelo C. C., de 22 años; Mario Germán L. L., de 44; Olga Y. S., de 24; Blanca C. L., de 35; José Luis L. L., de 27; Luis Segundo C. M., de 44, y María Rosa F. S., de 40.

Nelson Raúl C. B., uno de los ecuatorianos que llegó a España tras ser captado en su país cuando era menor de edad, declaró de forma voluntaria que los padres de los dos detenidos le facilitaron el dinero necesario para franquear el control fronterizo, así como el billete de avión. Ya en España, comenzó a trabajar para Nelson Rolando en la venta ambulante. En las mismas condiciones trabajaba otro menor de edad, también ecuatoriano.