De Brandt a Carter
Se acaban de cumplir 10 años de la muerte de un hombre excepcional, mil veces difamado y mil veces más decente que sus enemigos. Recibió el Nobel de la Paz en 1971. Se llamaba Willy Brandt. Europa le debe mucho a aquel hombre de cuyo aniversario apenas se ha acordado nadie aquí en España, donde tanto se le debe. Ayer recibía el mismo premio, 32 años después, otro político mil veces difamado y, por supuesto, más integro, digno en la derrota y en el éxito, que quienes lo han difamado. Se llama Jimmy Carter.
Ambos fueron humillados, se equivocaron mucho y tenían debilidades en las que se cebaron quienes detestaban y detestan lo mejor que ambos personajes representan: su esfuerzo de entender al prójimo, la repugnancia que les producía la arrogancia, la fuerza bruta y el desprecio por el interés ajeno. Uno tuvo que dimitir traicionado y el otro cayó derrotado tras un único mandato, lo que no es menor escarnio.
Brandt era un personaje más complejo que Carter. Carecía de las seguridades de la fe que tiene el ex presidente de EE UU y era producto de una torturante experiencia vital y de la tormentosa historia europea del siglo pasado. Pero estos dos hombres de tan diferente biografía han tenido mucho en común, aparte del premio que desde ayer comparten. Ambos fueron descalificados como ilusos y, sin embargo, han demostrado que los mayores ilusos son quienes creen tener soluciones fáciles e implacables en este mundo tan complejo en el que emociones y percepciones juegan un papel tan importante -en ocasiones más- como la superioridad militar o solvencia económica.
Cuando el futuro de regiones enteras, por no decir del mundo, está a merced de individuos que son más directivos que políticos, el Premio Nobel a Carter es una reedición del Nobel de Brandt y una apuesta por ese esfuerzo de comprensión y búsqueda de fórmulas de coexistencia.
Brandt cambió Alemania. Carter no pudo cambiar a un electorado cuya introspección e incapacidad de entender el exterior es una de las grandes amenazas para la estabilidad mundial, desde luego mucho mayor que la miseria moral, política y militar de un régimen tan despreciable como el de Corea del Norte. Pero ambos demostraron que hay fórmulas para romper diques de mala fe sin ceder al chantaje o caer en la tentación de la violencia. Brandt lo hizo cayendo de rodillas ante el monumento del gueto de Varsovia y sus acuerdos con los países del Este -origen, nadie lo dude, de lo que hace unos días se convirtió en compromiso de adhesión a la UE de lo que fueron satélites de la URSS- y Carter con sus infatigables mediaciones, tantas coronadas por el éxito, para desactivar los focos de conflicto que la arrogancia y la injusticia sólo multiplican. En estos tiempos de matonismo zafio, honrar a ambos es no sólo justo, es un consuelo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El Louvre, en su punto más bajo: ¿qué le pasa al museo más famoso del mundo?
Kate Winslet nos habla de su debut como directora (y de lo difícil que sigue siendo ser mujer en el cine)
La Administración de Trump publica (a medias) los papeles de Epstein: ¿cuáles son las principales novedades?
Cómo llegaron los líderes europeos al acuerdo para financiar a Ucrania
Lo más visto
- Uno de los promotores de la señal V-16 de tráfico: “Es duro oír el testimonio de víctimas que han sufrido amputaciones al poner los triángulos”
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Cae una organización que enviaba camiones cargados de cocaína desde Marbella hasta varios países europeos
- La policía registra varios domicilios y las oficinas de la ministra francesa Rachida Dati por otro presunto caso de corrupción
- Manuel Castells, sociólogo: “El mundo está en un proceso de autodestrucción”




























































