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Interior investiga el robo de equipos de música y ordenadores en la oficina de un asesor de Aznar

La policía afirma que los ladrones no se llevaron 'nada que afecte a la seguridad del Estado'

F. Javier Barroso

La policía investiga el robo de dos ordenadores, dos equipos de música y varias plumas estilográficas en un chalé de Chamartín (Madrid) donde tiene sus oficinas Pedro Arriola, asesor de José María Aznar y uno de los participantes por parte del Gobierno en las negociaciones con ETA de 1998. Los ladrones asaltaron la casa de forma 'muy profesional', tras cortar las alarmas y el teléfono, el último fin de semana de agosto, según la policía. El Ministerio del Interior restó importancia al asalto, al asegurar que entre lo sustraído 'no hay ninguna documentación relevante' ni 'nada que afecte a la seguridad del Estado'.

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El robo se produjo entre el viernes 30 de agosto y el domingo 1 de septiembre, según denunciaron Pedro Arriola y un colaborador en la comisaría de Policía del distrito de Chamartín el 2 de septiembre. El chalé, de dos plantas, se encuentra en una de las zonas residenciales más atractivas de la ciudad.

Según consta en la denuncia, los ocupantes del chalé se dieron cuenta de que les habían robado el lunes por la mañana, cuando acudieron a las oficinas. En una primera inspección comprobaron que faltaban dos ordenadores, dos equipos de música, varios disquetes informáticos y cuatro plumas estilográficas.

Los agentes de la comisaría de Chamartín que asumieron el caso comprobaron que algunos despachos estaban revueltos y que faltaban algunos objetos, según habían denunciado Arriola y sus empleados.

Agentes de la Brigada de Policía Científica revisaron todo el inmueble en busca de huellas dactilares, pero no hallaron ninguna que pudiera pertenecer a los ladrones. La relevancia de la víctima, un asesor del presidente del Gobierno, hizo que la información sobre el robo fuera trasladada a los responsables de Interior.

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'Se nota que no son los típicos ladrones de barrio que se meten en un chalé y cogen las joyas y el dinero en metálico. Da la sensación de que sabían muy bien a por lo que iban y pudieron actuar con total impunidad durante el fin de semana. Además, cuando roban en una oficina de esas características se llevan muchas más cosas', señalaron fuentes de la investigación. Los agentes de la policía científica comprobaron que los cables de teléfono que hacen saltar las alarmas en un centro de control de una empresa privada de seguridad habían sido cortados, al igual que la centralita de seguridad que estaba instalada en la entrada del chalé. Los ladrones, una vez que inutilizaron la alarma, entraron por una de las ventanas superiores, ya que las del piso bajo están protegidas por rejas.

'Chalé muy vulnerable'

El chalé se encuentra en una zona de viviendas unifamiliares. Dispone de una valla que se puede saltar fácilmente desde la calle. Además, la finca situada en la parte trasera de la vivienda está vacía, lo que pudo facilitar, según la policía, la entrada de los asaltantes. 'Es un chalé muy vulnerable para unos ladrones mínimamente preparados. Y, desde luego, éste parece ser el caso', agregaron las fuentes policiales. La entrada principal y el acceso al garaje permanecían intactos tras la entrada de los ladrones.

Los agentes de la Brigada de Información, que investigan entre otros delitos el terrorismo, tomaron declaración a Arriola y a sus colaboradores, por si éste almacenaba datos comprometedores para la seguridad nacional.

De hecho, el asesor de Aznar fue uno de los tres emisarios designados por el presidente del Gobierno para entrevistarse con los dirigentes de ETA en 1998. Le acompañaron el entonces secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martín Fluxá, y el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos. Arriola negó, según consta en las diligencias, que tuviera información relevante sobre la lucha antiterrorista o cualquier otro dato que pudiera comprometer al Gobierno.

'Es lo que declaró él y tenemos que creerle, porque no hay forma de comprobar si nos dijo la verdad o está ocultando algo más grave', reconocieron fuentes de la investigación. Desde entonces no se ha producido ninguna detención ni avance en las pesquisas, según fuentes policiales.

El ministro del Interior, Ángel Acebes, reiteró ayer la misma tesis basada en la declaración de Arriola y aseguró que los documentos robados en el despacho del asesor de Aznar son 'ordinarios de su trabajo, informes y estudios', por lo que 'no se trata de documentos que puedan afectar ni a la seguridad del Estado ni a cuestiones de esta trascendencia'.

Poco antes, el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, había explicado en el Congreso que los documentos informáticos sustraídos 'no son particularmente relevantes como información operativa de ninguna naturaleza'. Eso sí, dijo que el robo fue cometido 'por personas que sabían bien lo que hacían y que no pasaban por allí por casualidad'.

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, anunció que su grupo pedirá explicaciones al Gobierno para que aclare si entre la documentación sustraída a Arriola había información de riesgo para los intereses del Estado. 'El Gobierno tendrá que explicar cómo es posible que, si era información de riesgo, estuviera en manos de una persona particular, cuando no debería salir de las sedes de los organismos estatales'.

El secretario de Ciudades y Política Municipal del PSOE, Álvaro Cuesta, aseguró que el robo sufrido por el asesor del presidente del Gobierno pone de manifiesto 'la degradación del clima de seguridad a que nos está abocando el Gobierno'.

Cuesta subrayó que espera 'que no exista ningún documento comprometedor para la seguridad del Estado en la sede del negocio particular del señor Arriola' y añadió que en el PSOE creen 'de buena fe' que la seguridad del Estado no se verá comprometida. En caso contrario, no habría 'ninguna explicación' que pudiera justificar el depósito 'en un despacho particular' de documentos relacionados con la seguridad del Estado.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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