Los daños por la lluvia en Cataluña desencadenan una tormenta política

A medida que el temporal de lluvia remitía, una tormenta política se desencadenaba sobre Cataluña.Socialistas, ecosocialistas y populares lanzaron severas críticas al Gobierno de la Generalitat. Y en el caso de los dos primeros, también al Gobierno central, cuyo presidente, José María Aznar, acudió ayer al aeropuerto de El Prat, sumido aún en el caos, para poner la primera piedra de la tercera pista.

Los socialistas informaron ayer de que esta misma semana han presentado una proposición en el Parlamento catalán en la que piden al Gobierno de la Generalitat que encargue de forma urgente las obras de drenaje que precisa la C-32 a su paso por Castelldefels (Barcelona) para evitar la inundación de esta vía en caso de temporal. La proposición fue presentada a raíz del colapso ocasionado por la tormenta del pasado 12 de septiembre, cuando se vivió una situación similar a la de anteayer. El portavoz parlamentario del PSC, Joaquim Nadal, afirmó que el Gobierno de la Generalitat, y también el Ejecutivo central, son responsables 'en una parte muy importante' de los efectos del temporal.

También Iniciativa per Catalunya-Els Verds optó por la vía parlamentaria para expresar sus críticas a la actuación de los responsables de las Administraciones catalana y española. La formación ecosocialista solicitó la comparecencia en la Cámara catalana de los consejeros de Interior, Xavier Pomés, y de Política Territorial, Felip Puig, y en el Congreso, la del ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, también ayer en Barcelona.

Las comparecencias de Pomés y Puig en el Parlamento fueron solicitadas también por el PP, cuyo portavoz adjunto, Daniel Sirera, afirmó que las lluvias han puesto de manifiesto que 'el plan de protección civil de la Generalitat no funciona y que sus infraestructuras viarias están mal construidas'. El Gobierno catalán, remachó Sirera, 'nos tiene muy acostumbrados a no hacer sus deberes en materia de protección civil'. El portavoz popular reconoció que el aeropuerto -que depende exclusivamente del Ministerio de Fomento- tampoco funcionó bien, pero en este caso atribuyó la culpa a 'la situación meteorológica'.