Telefónica rebaja un 32% las llamadas internacionales para combatir a sus rivales

Telefónica quiere dar una respuesta contundente a sus rivales rebajando casi una tercera parte el precio por minuto de las llamadas internacionales. A partir del 31 de octubre, Telefónica aplicará también una reducción de las llamadas provinciales (-13,1%) , interprovinciales (-8,5%) y de fijo a móvil (-13%), aunque subirá las llamadas al teléfono de información 1003 un 18,6%. Con esta nueva revisión, la segunda en lo que va de año, se cumple el mandato del Gobierno que le obliga a bajar en 2002 una media del 6% el conjunto de los servicios que presta.

Los precios de Telefónica los fija el Gobierno según un sistema de precios máximos referenciado a la inflación (price cap). Para este año, el Ejecutivo decidió que el conjunto de servicios telefónicos debía bajar una media del 6%, dejando a Telefónica un cierto margen para alcanzar ese tope con variaciones de precios según el tipo de llamada.

Para conseguirlo, la operadora ya realizó una primera revisión de tarifas el pasado 8 de marzo y pretende completar el reajuste el próximo 31 de octubre. Según la propuesta remitida por la operadora a la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones, Telefónica aplicará la mayor rebaja a las comunicaciones internacionales. Así, el precio por minuto de las llamadas destinadas a Estados Unidos y a la Unión Europea bajará un 32,6%, mientras que al resto de destinos la reducción será de entre un 16% y un 36%.

La mayor reducción se produce en este tipo de llamadas debido, en primer lugar, a que no fueron revisadas en marzo, y sobre todo porque es el segmento en el que existe un mayor margen comercial y, por tanto, una mayor competencia. De hecho, la cuota por facturación en este tipo de llamadas es del 82,84%, menor que el 87,53% que posee en el conjunto de llamadas.

Asimismo, también se revisarán las llamadas provinciales, cuyo precio por minuto cae un 13,1% en horario normal (días laborables, de lunes a viernes, de 8.00 a 20.00) y un 28,6% en horario reducido (el resto, incluyendo festivos nacionales). Las interprovinciales caen un 8,5% en horario normal y un 36,2% en horario reducido. Junto a la revisión de marzo, ambos tipos de llamadas superan en el acumulado del año una rebaja del 35%.

De fijo a móvil

En cuanto a las llamadas de fijo a móvil, Telefónica de España se ajusta estrictamente en su propuesta a las directrices fijadas por el Gobierno, con lo que la reducción media será del 13% y no del 17% como se apuntó en algunos medios. No obstante, las llamadas que tengan como destino a los abonados de Telefónica Móviles y Vodafone bajarán un 13,6%, mientras que las que terminen en la red de Amena sólo caerán un 8,22%.

Otra buena noticia para los que aún no sean abonados de Telefónica es la decisión de la compañía de reducir desde 95 a 59,5 euros la cuota por dar de alta una línea.

Por contra, los usuarios que decidan llamar al servicio de información 1003 tendrán que pagar un 18,6% más por cada llamada a partir del 30 de octubre.

Al margen de estas variaciones, contenidas en la propuesta de Telefónica, el resto de tarifas no se toca. Así, y tal y como estaba pactado, las llamadas locales, en las que apenas hay competencia (90% de cuota para Telefónica), se congelan, y la cuota de abono mensual, que subió a comienzos de año hasta los 11,68 euros, subirá de nuevo en enero de 2003, para situarse en 12,62 euros (un 8,04% más).

Telefónica deberá volver a revisar las tarifas el próximo año para ajustarse al sistema de precios máximos, que prevé que las tarifas, al margen de la cuota de abono, baje un 2%. Según la operadora, tras la última revisión, sus precios tanto de la cuota de abono como de las llamadas locales está por debajo de la media europea (véase cuadro).

Críticas al sistema actual

Esta visión no la comparte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que asegura que, pese a la rebaja que dice la compañía, el precio del teléfono en España es de los más caros no sólo de la Unión Europea, sino del mundo.

También el PSOE ha criticado duramente el sistema de precios máximos, ya que estima que perjudica a los usuarios con rentas más bajas, puesto que, aunque se bajen las tarifas de las llamadas de larga distancia, no se reduce el precio de las metropolitanas, las más usuales, y además sube la cuota de abono, que se paga mensualmente independientemente del consumo.

Sin embargo, el verdadero debate de las tarifas no se plantea ahora sobre los precios nominales, sino sobre los planes de descuento (paquetes de llamadas a un precio fijo), cuya comercialización ha decidido el Ejecutivo restringir al máximo atendiendo la demanda de los competidores, encabezados por Retevisión, Uni2 y Jazztel.

Ninguno de ellos entiende las quejas de Telefónica, y acusan al operador dominante de haber conseguido, mediante prácticas comerciales abusivas, mantener una cuota de mercado del 87,5% por ingresos, dominando todos los segmentos de la telefonía fija, incluyendo el acceso a Internet por ADSL, y frenando la competencia.