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El simulador de laboratorio

La Universidad de Granada premia un original proyecto de innovación docente

A partir de ahora, los alumnos de Electromagnetismo y Física de la Materia de la Facultad de Ciencias de Granada podrán hacer experimentos sin que les dé la corriente o manejar instrumentos que jamás habían visto: les bastará con conectarse a Internet.

A partir de ahora, los alumnos de Electromagnetismo y Física de la Materia de la Facultad de Ciencias de Granada podrán hacer experimentos sin que les dé la corriente o manejar instrumentos que jamás habían visto. Les bastará con conectarse a Internet y teclear la dirección Lorentz.ugr.es (sin las www) para verse, de pronto, dentro del laboratorio de prácticas, con el profesor al otro lado de la red. Y no se trata de una fantasía: es ya una realidad. Hasta tal punto que el proyecto de laboratorio virtual, ideado por el profesor Ignacio Sánchez, consiguió hace unos días el Premio de Innovación Docente de la Universidad de Granada por su ingenio. Igual que existen simuladores de vuelo, la idea de Ignacio Sánchez ha sido crear un simulador de laboratorio.

'Después de toda la experiencia que había adquirido con la práctica de la docencia', dice el profesor, de 39 años, 'me dí cuenta de que muchos alumnos, al llegar al laboratorio, estaban absolutamente desorientados. No sabían en que consistían los instrumentos de prácticas, o para qué servían. Pensamos que éste sería un buen método para que se familiarizaran con un laboratorio antes de entrar en él'.

El proyecto de García, que fue ayudado por su equipo del Departamento de Electromagnetismo y otro del grupo de Telemática, encargado de diseñar la página web, permite al alumno, a través de cientos de fotografías vivas, es decir, que ofrecen diferentes datos según donde se sitúe el puntero del ratón, conocer cada uno de los instrumentos de laboratorio, aprender a manejarlos y realizar prácticas virtuales con ellos. Teniendo en cuenta que hay experimentos cuyo coste es de un millón de pesetas, el laboratorio virtual permite realizarlos una y otra vez sin gasto alguno.

'Pero no se trata de un sustituto del laboratorio', se apresura a precisar Ignacio Sánchez. 'Es un complemento del laboratorio real, algo que ayuda a conocer muy bien un laboratorio antes de entrar en él'

El proyecto no sólo se queda ahí. La página web está diseñada para tres niveles de usuarios: los visitantes, los alumnos matriculados y los profesores. Cada uno tiene acceso a una determinada información. Los alumnos pueden ver el instrumental, elegir las prácticas que quieren realizar, consultar con otros alumnos ('lo que motiva aún más el autoconocimiento', explica Sánchez) y comunicarse con el profusor para realizar todas las consultas que necesite. Los profesores, por su parte, tienen acceso desde la red a la ficha de cada alumno, con las prácticas experimentales que se les han asignado y todos los datos docentes de interés. El profesor puede saber, desde su casa, cuál es el nivel de cada estudiante. 'Siempre van a tener la ayuda del profesor', dice Sánchez. 'Ya me he tenido que pasar varias tardes de domingo conectado para responder a todas las dudas', bromea.

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Educar de otra manera

El premio de Innovación Docente de la Universidad de Granada, cuya primera edición se ha celebrado este año, tiene todos los visos de ser uno de los que mayor repercusión tendrán en el futuro. Junto al galardón conseguido por el equipo de Ignacio Sánchez por su laboratorio virtual de electromagnetismo, hubo también otras cinco menciones honoríficas a otros tantos proyectos. Ya en su momento, el vicerrector de Planificación, Calidad y Evaluación Docente de la Universidad granadina, Luis Rico, resaltó la originalidad de muchos proyectos. El objetivo es encontrar aquellos métodos de enseñanza que faciliten la comprensión de los alumnos, que fomenten su curiosidad por las distintas materias y que aumente la autoenseñanza, es decir, que el alumno aprenda por su cuenta. Es educar de otra manera. Internet se ha convertido en una de las grandes herramientas de la Universidad por la posibilidad de acudir a multitud de fuentes de información. La posibilidad de hacer, además, simulaciones, permite que los alumnos hagan prácticas virtuales. Ése fue el principio que movió el proyecto del profesor Ignacio Sánchez: 'hacer que el alumno se sienta como si estuviera en un laboratorio de verdad'. Del mismo modo, además, que en Internet hay juegos que permiten que alguien consiga hacer alunizar un módulo espacial casi como si lo estuviese haciendo de verdad, el laboratorio virtual de electromagnetismo ofrece a los estudiantes la posibilidad de hacer prácticas y experimentos que tienen todas las características de los reales y ver cómo éstos evolucionan en función de los parámetros que estén utilizando. 'Eso hace que los alumnos se vayan retroalimentando y estimulándose entre sí', explica el profesor. El laboratorio permite, además, que cada estudiante pueda exponer todas sus dudas, que serán resueltas de inmediato por el profesor. Así, el día en que entra en un laboratorio por primera vez, es como si hubiera estado ya allí antes.

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