Las búsquedas de Chillida

La relación del escultor Eduardo Chillida con la filosofía era 'esencial', puesto que 'se planteaba los mismos interrogantes que los filósofos, desde Parménides hasta Einstein', afirma sin dudas Víctor Gómez Pin, filósofo y gran amigo del artista donostiarra fallecido el pasado 19 de agosto.

No es de extrañar, por tanto, que Chillida-Leku, el sueño que hizo realidad el autor de El Peine del Viento, dé estos días 'cobijo al pensamiento'. Y es que el museo es hasta el próximo lunes uno de los puntos de encuentro del quinto Congreso Internacional de Ontología, a cuyo comité científico pertenecía el escultor y que esta edición aborda una cuestión tradicional de la filosofía: ¿cabe hablar de la singularidad humana?

Chillida-Leku acogerá además hasta enero la exposición temporal Eduardo Chillida: Vida y filosofía, que repasa una serie de obras del artista relacionadas con esa disciplina. Obras como los carteles de las cinco ediciones del congreso, dibujos figurativos de animales y plantas, grabados para una edición del libro de Ciorán Ese maldito yo, las ilustraciones de El poema de Parménides o los litocollages para una edición de la obra de Heidegger El arte y el espacio. 'Heidegger vio una exposición de Chillida, se quedó completamente pasmado y decidió hacer un libro con él', relata Gómez Pin, coordinador del congreso, quien subraya que el trabajo del 'herrero en cuya fragua se leía a Parménides' está mediatizado por las preguntas que compartía con grandes pensadores, a veces, incluso, de forma inconsciente.

Chillida formuló reflexiones como las siguientes: 'Nunca caigo en el ángulo recto, porque la respuesta concreta a un ángulo recto es otro ángulo recto siempre diferente'. 'Esta frase', explica Gómez Pin, 'es una intuición. Él ignoraba que estaba poniendo en entredicho uno de los postulados fundamentales de la geometría euclidiana, el que todos los ángulos rectos son iguales'.

'Todo plano es revirado', dijo también el escultor. 'Era su manera de decir que estaba convencido de que el espacio tiene una estructura de curvatura esencial, es decir, que no hay planos, porque el espacio no lo permite', añade el amigo del artista, para destacar que 'éste es un problema esencial en la teoría de la relatividad' de Einstein.

El espacio fue la gran preocupación del padre de piezas como Elogio del agua, Monumento a la tolerancia o Buscando la luz. 'Tengo exceso de preguntas con respecto al espacio', confesó el escultor. El mismo exceso que tenían filósofos como Platón, Parménides, Descartes o Kant, apunta Gómez Pin, quien concluye que 'esa bella frase' es un ejemplo de 'la situación filosófica' en la que trabajó el artista.