Ronaldo tiene la última palabra
El brasileño, que, según Valdano, sufre 'un pequeñísimo reflejo doloroso', está en condiciones de presentarse mañana con el Madrid ante el Alavés. El club espera su respuesta en el entrenamiento de hoyEl brasileño, que, según Valdano, sufre 'un pequeñísimo reflejo doloroso', está en condiciones de presentarse mañana con el Madrid ante el Alavés. El club espera su respuesta en el entrenamiento de hoy
Aparte de cargar con dos o tres kilos de más, Ronaldo no da muestras de sufrir problemas físicos de magnitud suficiente para impedirle jugar mañana, ante el Alavés, su primer partido con la camiseta del Real Madrid. Sí tiene, como dijo ayer el director deportivo del club, Jorge Valdano, 'un pequeñísimo reflejo doloroso' en el músculo sóleo de su pierna izquierda. Un leve resabio de la sobrecarga que padeció la semana pasada. Un detalle cuya importancia deberá ser juzgada por el propio Ronaldo en el entrenamiento de hoy, el último antes del encuentro.
El fichaje más explosivo del año se entrenó ayer con el resto de sus compañeros. Participó del rondo, jugó el partidillo de cinco contra cinco con los titulares habituales e hizo carrera continua. 'Ronaldo se ha entrenado bien', comentó Valdano, 'y sólo tiene un pequeñísimo reflejo doloroso cuando impulsa. El problema es que, al tratarse de un velocista, todo su juego tiene que ver con el impulso. Será cuestión de días hasta que lo supere totalmente'.
Los técnicos le explican que para llegar a estar al ciento por ciento lo que necesita es jugar
Al delantero, con dos o tres kilos de más, le horroriza la visión de un debú frustrante
La forma física de Ronaldo no es óptima, algo normal en un jugador de sus condiciones cuando lleva tres meses de inactividad. Pero está sano. Él mismo lo viene diciendo desde hace una semana. 'Estoy bien', repite cada vez que sale del vestuario. Ayer, vestido con unos vaqueros y unas zapatillas de Prada, agregó que hoy hablará para anunciar si juega o no contra el Alavés antes de montarse en un impresionante BMW azul. Antes de arrancar mantuvo la incógnita sobre su debú: 'No sé'.
No hay elementos objetivos que descarten a Ronaldo de la lista de convocados que hoy diseñará el entrenador, Vicente del Bosque. Si finalmente no entra en la convocatoria será porque 'sus sensaciones', como dicen sus preparadores en la jerga de los atletas, no son buenas. Porque siente que su cuerpo no está todo lo fino que quisiera en un día que para él significa mucho: el debú con el Madrid ante 75.000 hinchas expectantes por ver algo sobrenatural.
Ronaldo, alias El Extraterrestre, de 26 años, fue el primero en decirles a los médicos y al entrenador que no estaba en condiciones de debutar contra el Genk, hace diez días. Sus 'sensaciones' no eran las deseadas. Y ahora sabe que lo que puede ofrecer al público es ligeramente menos sobrenatural de lo esperado.
El delantero brasileño constituye un organismo tan extraordinario como poco ortodoxo. Por ello, si los exámenes médicos determinan una cosa, en Ronaldo lo que importa es, como dicen los técnicos, 'la sensación'. Ese algo intangible que hace que haya días en los que se entrena con optimismo y haya otros en los que se le ve apesadumbrado, triste, poco conforme con lo que le transmiten sus músculos.
Consultar a los médicos es inútil en situaciones como ésta. En todo caso, y como ocurría con el francés Anelka, los del Madrid se negaron ayer a hacer declaraciones. La única manifestación del Centro Médico madridista fue expedir una fotocopia del 'parte médico', pegada en el cartón de anuncios de la sala de prensa: 'Ronaldo: sobrecarga en el sóleo de la pierna izquierda. Tratamiento: entrena con el resto del equipo'.
El discurso de Valdano, la voz institucional de Chamartín, habla de dejar que el futbolista se sienta satisfecho consigo mismo antes de jugar: 'El club no le quiere imponer la más mínima presión. Se le tratará como a un jugador cualquiera, sin desafiar los tiempos ni contrariar la naturaleza. Lo que no haremos es tomar una decisión contra el sentido común. Si no se siente cómodo mañana [por hoy], esperaremos unos días más. No se va a asumir el más mínimo riesgo y él mismo decidirá si se encuentra bien. Nos faltan 50 partidos para decidir los campeonatos que disputamos. Si nos jugásemos todo con el Alavés, las prioridades serían otras. ¿Pero qué diferencia hay entre que Ronaldo juegue 48 o 49 partidos? Cuando debute no se trata de que se ponga la camiseta del Madrid y salga por el túnel. Se trata de que sea Ronaldo'.
Ser Ronaldo es un asunto que obsesiona a Ronaldo. La imagen que el jugador tiene de sí mismo es una de poderío, de genio, que no casa bien con la realidad. Después de casi tres años de inactividad, tras sufrir una rotura masiva del ligamento rotuliano izquierdo, entre otros problemas en las rodillas y los músculos, a Ronaldo le cuesta mucho trabajo parecerse a Ronaldo. Ganó la Copa del Mundo y casi no se parecía a sí mismo. Ha perdido esos dos metros de zancada que le permitían llegar a balones imposibles, esa potencia con la que se anticipaba a cualquiera en el regate, esa velocidad... Para recobrar sus marcas necesita tiempo. El tiempo que reclama -'hay que tener paciencia'- casi desesperado a los periodistas que, infatigablemente, le preguntan todos los días lo mismo: '¿Cómo estás? ¿Cuándo debutas?'.
Ronaldo está horrorizado ante la visión de un debú frustrante. Quiere sentirse como una moto el día que vaya a jugar. Como él dice: 'Al ciento por ciento'. Los técnicos del Madrid le intentan explicar que eso será imposible porque para alcanzar su plenitud necesita jugar partidos. Necesita rodaje. Del Bosque hace todo lo posible por integrarlo en la dinámica del grupo. Ayer el entrenador se manifestó con evasivas cuando lo interrogaron sobre la convocatoria del brasileño para enfrentarse al Alavés: 'Irán convocados los que crea convenientes para disputar ese partido'. Tanto el técnico como los médicos ven a Ronaldo bien. Pero no se atreven a decir nada porque la última palabra la tiene el jugador.
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