Lunes de terror
Pasado el momento más tenso de la historia reciente de Río, hay mucho sobre lo que reflexionar. El balance estadístico del lunes de terror sobrecoge 250 colegios cerrados, (...) 800.000 personas sin transporte público, y comercios y empresas afectadas en casi 40 distritos de la zona metropolitana de la ciudad. (...) Puede comprobarse lo que sucede después de la ya larga historia de desamparo de la ciudad por parte de los responsables de su seguridad y de la carencia histórica de programas sociales no populistas. Esta orfandad del ciudadano produce falta de credibilidad hacia el poder político, en su capacidad de preservar un bien único e insustituible: la vida.
El Gobierno no puede ceder a chantajes, vengan de donde vengan. No hay razón para relajar la persecución del crimen organizado ni las medidas disciplinarias necesarias para encarcelar a los narcotraficantes. (...) Mantener en prisión bajo estrecha vigilancia y alejados de las calles a los presos peligrosos es lo mínimo que debe hacer un Estado que respete las leyes y a las personas honradas. Es algo conocido la existencia de deficiencias en el aparato legislativo, de defectos en la maquinaria judicial, de distorsiones en el sistema penitenciario y en el aparato policial, que son responsables en gran medida del avance de la delincuencia en la sociedad brasileña. (...) Alertemos contra el aprovechamiento ruin de un asunto de tal gravedad. En la recta final de unas elecciones siempre existe el riesgo de que hechos de esta naturaleza lleguen hasta las tribunas de los mítines. (...) Pero aquí están en juego el Estado de derecho y la democracia. (...)
Río de Janeiro, 2 de octubre
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