General Electric tendrá que readmitir a tres despedidos tras la huelga general

General Electric tendrá que readmitir a tres trabajadores despedidos tras la huelga general del 20-J por supuestos incidentes ocurridos el día del paro en la planta que esta multinacional gestiona en la madrileña localidad de Coslada.

El juzgado de lo social número 2 de Madrid ha considerado sus despidos nulos (con obligación para la empresa de devolverlos a sus puestos) por no estar suficientemente probado que los empleados incurriesen en conductas 'laboralmente ilícitas', según el fallo al que ha tenido acceso este periódico.

Pedro Valero, Javier Treviño y Roberto Pérez fueron despedidos de la fábrica que la empresa de energía General Electric Lighting Appliances, filial de la estadounidense, tiene en Coslada cuatro días después del 20 de junio.

En sus cartas de despido figuraban motivos disciplinarios, es decir, faltas achacables al trabajador. La empresa los acusaba de haber arrojado piedras y huevos a la entrada de su centro de trabajo y de haber insultado a los compañeros que intentaban acceder al edificio.

Los trabajadores, de edades comprendidas entre los 22 y los 32 años, negaron los hechos y se consideraron víctimas de una represalia motivada por haber secundado la huelga. La compañía rechazó este razonamiento y los tres despedidos decidieron llevar el conflicto a los tribunales.

La justicia falla ahora a favor de los trabajadores y obliga a General Electric a reinsertarlos en sus puestos de trabajo y pagarles los salarios que han dejado de percibir desde que abandonaron la empresa, a finales de junio.

Contenido del derecho

El juzgado considera que la 'publicidad o información' que los empleados realizaban ese día sobre el paro a la puerta de su trabajo 'forma parte del contenido del derecho de huelga'.

General Electric, que ha rehusado hacer comentarios a la sentencia, tendrá que comunicar sus intenciones con respecto a los trabajadores el próximo martes. En caso contrario, será el juez quien decida cuándo se reincorporan Valero, Treviño y Pérez a sus puestos.

Tras la huelga general del 20-J, motivada por el rechazo a la reforma del paro conocida como decretazo que aprobó el Gobierno en mayo, los sindicatos denunciaron una serie de despidos de trabajadores motivados, según su testimonio, por haberse sumado a la reivindicación laboral.

Los empleados afectados de General Electric se convirtieron en referente de esos despidos y recabaron multitud de apoyos, entre ellos, el del europarlamentario por el PSOE José María Mendiluce.

Los tres trabajadores consideran que se ha hecho justicia al reconocerse que sus despidos carecían de fundamento.