"El Gobierno se ha inhibido ante la legionela"

Está considerado una autoridad en la materia, edita y dirige la prestigiosa revista científica Journal of Epidemiology & Community Health y es catedrático de Salud Pública en la Universidad de Alicante. Carlos Álvarez-Dardet (Sevilla 1956) afirma que la falta de información de los brotes de legionela de Segorbe y Alcoy ha alarmado innecesariamente a la población y acusa a los responsables de la Generalitat de haberse 'inhibido' ante este grave problema de salud pública.

Pregunta. ¿Qué es la bacteria de la legionela y por qué afecta a localidades muy concretas?

Respuesta. Es una bacteria que vive en el suelo y en agua estancanda, con la humedad se activa y reproduce. No había sido causa de enfermedad en el ser humano hasta que aparecieron los nuevos sistemas de aire acondicionado. En esencia la cuestión se reduce a que hay una serie de aparatos tecnologícos que facilitan el contacto de la bacteria con el ser humano. No es una cosa nueva, ni rara, ni incompresible.

'La falta de información alarma a la gente y no nos deja aprender para prevenir nuevos brotes'

'Tenemos un decreto contra la legionela que me atrevería a decir que es insuficiente'

'Nombran a directores de Salud Pública que no son profesionales y no saben gestionar'

P. Sin embargo, sistemas de refrigeración hay en todas las empresas y estos brotes afectaron sobre todo a Segorbe y Alcoy...

R Los aires acondicionados domésticos no utilizan depósitos de agua, el hecho de tener un depósito de agua grande que sirve a un sistema de refrigeración continuo es lo que provoca la legionela. Ahora bien, ¿por qué se produce más en unas ciudades que en otras? Sencillamente, tienen más torres. Es una cuestión de número, a más cantidad más riesgo de infección.

P. Pero en Elche habrá más torres que en Segorbe o Alcoy?

R. Lo dudo. Hay menos.

P. ¿Ahí radica la importancia de los censos de las torres?

R. El problema es que se ha abierto una nueva actividad industrial potencialmente peligrosa para la salud, y como el Estado no se introduce en la actividad privada tenemos pocos controles. Es cómo si estuvieramos al principio de la actividad de los comedores industriales y nadie se preocupara de saber si la mayonesa lleva salmonela o no. Tenemos muchas empresas con refrigeración y aires acondicionados que si no se controlan adecuadamente pueden producir la legionela. Pero no hay ningún secreto, igual que hay una legislación para hacer tortillas en los bares y servir ensaladillas debe aplicarse un control en las torres de refrigeración de los espacios públicos.

P. ¿Estamos ante un problema evidente de salud pública?

R. Efectivamente, yo lo he dicho en alguna ocasión, en Alcoy hay más casos de legionela y brotes que en todo el Reino Unido durante un año.

P. ¿Y qué esta fallando?

R La situación que estamos viviendo es consecuencia de varias cosas. En primer lugar una época de desarollo económico que ha provocado que los empresarios mejoren sus instalaciones con este tipo de refrigeración. Por otro lado, hemos tenido gobiernos de derechas que han olvidado algunas de las responsabilidades que tenía el Estado en materia de inspección. Algo que hace 20 años era importante como un inspector, ahora no lo encontramos. Dicho de otro modo: se ha pasado de un modelo de inspección del Estado a un modelo de autorregulación.

P. ¿Es válido este sistema?

R. El sistema funciona si hay incentivos que ayuden a aplicar estas normas, en caso contrario fracasa. En España después de los numerosos brotes de legionela en Cataluña, Andalucía, y en la Comunidad Valenciana, no ha habido ni un solo empresario que haya pagado un euro en multa. Todavía no hay mecanismos para que el sistema funcione, por ejemplo en el ámbito judicial no hay sentencias disuasorias. Mientras la actitud del Gobierno, del PP, es la de 'no sé o no contesto'. La Generalitat tiene postestad para cerrar una fábrica en la que haya detectado un brote de legionela, y no se ha hecho. En Andalucía hay una terma cerrada y en Mataró hay una empresa clausurada. Aquí ni se ha sancionado ni se han cerrado empresas.

P. ¿Pero qué ha ocurrido?

R. Por una parte, el crecimiento económico hace que los empresarios obtengan beneficios por refrigerar sus productos y por otra una clara una inhibición por parte de la Administración.

P. ¿La responsabilidad en último extremo de quién es?

R. La responsbalidad de la salud de la gente es de las autoridades sanitarias, es lógico. Perorecuerdo que aquí, además, hemos tenido también una legionela política que organizaron el PSPV y EU montando una comisión parlamentaria. Pero Zaplana fue muy hábil en la gestión de esta legionela política: descaifeinó la comisión parlamentaria y cesó al director de Salud Pública con lo que dio por resuelto el problema, cuando la cuestión central es que los servicios de salud pública valencianos están siendo sistematicamente erosionados por el gobierno del PP.

P. ¿Qué ocurre con la gestión?

R. En la Comunidad Valenciana tenemos muy buenos epidemiólogos pero no pueden trabajar, y no lo pueden hacer por el control político de sus funciones. Además, hay otro problema añadido. Aquí se nombra directores de Salud Pública a gente que no es especialista, entonces es lógico que no sepan gestionar un brote de legionelosis. En España son afortunadas y pocas las autonomías que tienen a un director o directora en salud pública que tenga experiencia. Hay una clara intromisión de la política en materias profesionales que es preocupante. A nadie se le ocurre nombrar director del IVAM a una persona analfabeta...

P. ¿Y la lesgilación valenciana para el control de la legionela es eficiente?

R. Tenemos un decreto que regula este tipo de instalaciones pero me atrevería a decir que es insuficiente, porque el número de revisiones de las torres de refrigeración (dos por año) son pocas, más que nada porque los brotes están relacionados con el cambio de temperatura. El principal problema es que después de unos días en los que se ha puesto la torre en marcha, luego se activa el sistema con agua sucia y la bactería se extiende. Entonces más que una legislación burocrática deberíamos tener un sistema que se adecuara a los cambios de uso del aparato, o bien revisiones más frecuentes de las torres.

P. ¿ Por qué motivo la afección en las personas es desigual?

R. Ahora sabemos varias cosas. En primer lugar el sistema de diagnóstico que se hace es más eficaz en la identificación de casos. Parece que los brotes sean más grandes pero no es así, sólo somos capaces de diagnosticar mejor. Y la legionela, como cualquier otra bacteria, afecta más a personas que sufren insuficiencia cardiaca o pulmonar, pero como cualquier otra enfermedad que afecta a los más mayores.

P. Cómo valora la falta de información de los brotes valencianos sobre el número afectados

R. Lamentable. Que se hurte este tipo de información es preocupante, por una parte para los afectados, pero luego falta información a la comunidad científica. No conozco ningún informe científico decente de lo que está pasando, y esta situación por un lado alarma a la gente, y por otro, nos resta oportunidad de aprender. Una de las cosas interesantes de los brotes epidémicos es que son situaciones extremas y que de su estudio depende que no se repitan. El Gobierno lo que está intenando es decir 'aquí no pasa nada y la situación está controlada'. Dicen que la situación es menos importante de lo que en realidad es, y así no hay capacidad de mejorar. Si silencias por decreto, ni la población aprende ni los científicos avanzan.

P. ¿Qué consecuencias tiene esta política?

R. Una clara y muy negativa. La gente deja de confiar en las autoridades sanitarias. Si ahora mismo estamos en casa y vemos al director general de Salud Pública diciendo que no hay que preocuparse, la mayoría pensamos que está pasando algo muy gordo. Se ha llegado a una situación de lo que se llama técnicamente credibilidad inversa. Han mentido tanto que la gente entiende lo inverso de lo que dicen. Para mí esto es patético.

P. ¿Y qué se debe hacer?

R. Estamos en un sistema democrático, y del mismo modo que nos exigen a todos los ciudadanos ser transparentes cuando hacemos la declaración de la renta, el Gobierno debe ser transparente con la gente, no se puede ocultar información en temas de salud pública. A los ciudadanos no se les puede tratar como niños, si hay un brote de legionela la gente tiene derecho a saberlo.

P. ¿Qué reflexión le merece?

R. La legionela es un síntoma de otras muchas cosas, en España tenemos la tasa mayor de accidentes laborales y de accidentes de tráfico, lo que demuestra que la época de crecimiento económico no ha estado acompañada de un esfuerzo público que aminore las consecuencias negativas para la salud de ese crecimiento. Los gobiernos del PP han retraído al Estado de sus responsabilidades y han creado una tierra de nadie, un espacio sin definir que provoca este tipo de situaciones. La legionela llega a los tribunales y los jueces no saben cómo actuar, cuando el esquema es sencillo: la legionela existe porque los empresarios desarrollan torres y el Gobierno no los controla, pero llevar esto al terreno judicial es difícil. La clave es que hay una inhibición de las autoridades, toda una serie de programas han desaparecido, y la prevención se ha convertido en represión, como ocurre con el alcohol.