La Cita de Biarritz arranca con el deseo de crecer

La Cita de Biarritz, el festival de cines y culturas de América Latina que acoge desde hace ya 11 años la ciudad vascofrancesa, dará mañana el pistoletazo de salida a una semana de encuentro con el celuloide, la literatura, la música, el teatro e, incluso, la gastronomía. Y lo hace con el deseo de su presidente, Jean Cazanave, de ir creciendo en los próximos años, de ir poco a poco sumando días a este evento.

La idea de Cazanave no es tanto que se proyecten películas durante todos los días que abarque en el futuro La Cita, sino extender las actividades culturales que ya se celebran durante la semana a las jornadas previas al pase de los trabajos cinematográficos, para crear ambiente. Esta edición ha empezado a avanzar en ese camino, con la celebración este pasado fin de semana de una novillada y la apertura de una exposición con trabajos de la fotógrafa italiana Tina Modotti, cuyo trabajo está muy vinculado a México.

La Cita arranca mañana oficialmente con la proyección del cortometraje Il sogno di Giovanni Bassain, un trabajo inédito del cubano Tomás Gutiérrez Alea (1928-1997), a quien el encuentro de Biarritz le dedica este año una amplia retrospectiva. La jornada inaugural contará también con el pase del filme Memorias do carcer, producido por el brasileño Luiz Carlos Barreto, quien también será objeto de homenaje en esta edición.

La proyección de las películas de la sección oficial comenzará mañana con los largometrajes brasileños Dois perdidos numa noite suja, de Jose Joffily, y Madame Sata, de Karim Aïnouz, y el filme argentino Un oso rojo, de Israel Adrián. La lista a concurso la completan dos películas argentinas, dos mexicanas, una colombiana y otras chilena. El jurado encargado de otorgar el Sol de Oro a la mejor película estará presidido por Claudie Ossard, productura de Amélie, uno de los últimos éxitos del cine francés.