El destino de Arminio Fraga
'Lula, hay que renovarle el mandato a Arminio Fraga en el Banco Central', dijo Guido Mántega, uno de los asesores de Luiz Inácio Lula da Silva, candidato del partido de los Trabajadores a la presidencia de Brasil el próximo 6 de octubre.
'Pero si ya he dicho que no, ¿por qué hay que hacerlo?', preguntó Lula.
'Los mercados van a reaccionar en contra, el real se va a seguir devaluando. Arminio es una garantía contra el caos', replicó Mántega.
Lula le clavó los ojos. '¿Así que yo voy a ser elegido presidente y los jodidos mercados me van a dictar a quién debo nombrar?', dijo el candidato.
Este diálogo es una fantasía. Una conversación en los mismos términos tuvo lugar en otro momento y en otro país. Sucedió en 1992, poco después de la victoria de de Bill Clinton sobre George Bush padre. Clinton recibió a Greenspan para hablar de la situación económica y financiera. Cuando el presidente de la Reserva Federal se marchó, sus asesores le sugirieron que anunciara su decisión de mantener a Greenspan por cuatro años más antes de que venciera su mandato. Fue entonces cuando habló de los 'jodidos mercados'. Y Greenspan está donde está.
Arminio Fraga ha mantenido conversaciones con los asesores económicos de Lula. El pasado viernes, Fraga, en una charla con la prensa, dijo: 'No tengo conversaciones regulares'. Pero los contactos esporádicos están confirmados. Sin embargo, Lula dijo el pasado miércoles al visitar el periódico Estado de Sao Paulo que nombrará a un economista del partido de los Trabajadores. Uno de sus asesores señala que el candidato no se echará atrás si gana los comicios: 'Es posible que Arminio sea la mejor señal para los mercados. Pero sería la peor que Lula podría enviar a su partido. Aquellos que le están esperando en algunas de las esquinas para atacarle verían la oportunidad para hacerlo. Lula no puede reforzar la idea ya existente de que va a continuar a Fernando Henrique Cardoso. Habrá que nombrar a alguien que pueda caer bien, aunque no sea Arminio', dijo la fuente. Fraga estima que los problemas suscitados con el real, que ha sufrido una depreciación del 40% en 2002, no son el resultado de dificultades de la economía brasileña sino de una desconfianza de los mercados en la sucesión presidencial. 'Si se mantiene la política macroeconómica, la depreciación puede jugar a favor, ya que el real se habrá de fortalecer', dijo Fraga.
Los mercados están vigilantes. El G-7, en su comunicado, ha apoyado y, al tiempo advertido, que Brasil debe continuar asumiendo 'políticas sanas', esto es, la que ha puesto en marcha Cardoso y aplica, desde el banco central, Fraga.
Aquellas políticas que Argentina, según el FMI , todavía no termina de procrear y a la que ayer se instó a una 'acción rápida' para que se pueda cerrar un acuerdo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.