El método del dolor
El actor Bob Hoskins recibe el Premio Donostia y explica la esencia de su oficio
El actor británico Bob Hoskins recibió anoche el tercer y último Premio Donostia de este año. 'Me gusta este premio porque no me lo dan por ganar sino por estar, por participar', afirmó Hoskins poco antes de subir al escenario del Kursaal. 'En el mundo del espectáculo y de la cultura nunca hay ganadores', añadió.
Hoskins (Suffolk, Inglaterra, 1942) recordó ayer algunos de sus papeles más conocidos y explicó lo que es para él la esencia de su oficio: 'No soy un actor del método. Para mí interpretar un papel es crear sentimientos. Ya sean papeles cómicos o dramáticos siempre se usa el dolor para hacer reír o llorar. En la comedia se hace reír con cosas que no tienen gracia y en el drama se hace llorar con cosas que suelen ser graciosas. Comedia y drama se alimentan de lo mismo. El truco, mi truco, es que la gente sienta a la vez la dos cosas'.
El actor recibió el premio Donostia de la mano de la actriz Aitana Sánchez Gijón. Bajito, con manos de hombre fuerte, ojos pequeños y enormes orejas, Hoskins es de esos tipos sentimentales a su pesar. 'No me interesan nada los hombres duros, me resultan aburridos. Esa fue la razón de que el personaje que finalmente interpreté en Mona Lisa no me pareciera muy atractivo. Yo le veía de otra manera y así se lo dije a Neil Jordan y así lo cambié. Para mí era un hombre dañado y romántico, uno de esos tipos que se enamora de la mujer equivocada, y no puede evitarlo'.
Por aquella película, Hoskins logró el premio al mejor actor en Cannes y ser candidato al Oscar, un personaje trágico que le abrió las puertas de Hollywood y que le dió, a pesar de su físico, las alas de una estrella. Ayer, cuando una periodista le preguntó por el reto de no responder al arquetipo de galán de cine, el actor respondió: 'Mire, yo no suelo mirarme al espejo. Lo hago por las mañanas para afeitarme y no tengo muy claro si lo que veo me gusta o no. Puedo saber que aspecto tiene usted porque la tengo delante pero ignoro que aspecto tengo yo porque casi nunca me tengo delante'
'¿Qué cual es mi crieterio para elegir un guión? Me llevo los guiones al baño y empiezo a leerlos. Cuando de repente me doy cuenta de que tengo el culo frío me digo 'vaya esto puede que no esté mal'. Se llama la prueba del culo frío y a mí me suele funcionar'. Hoskins (que ha interpretado a personajes históricos como Mussolini, Churchill o Noriega) defiende al actor como un vehículo de conocimiento frente a un espectador que debe decidir por sí mismo. 'El actor no debe juzgar nunca al personaje. Si yo interpretase a Adolf Hitler interpretaría a un hombre que asesinó a millones de judíos pero también a un hombre que llevaba flores cada día a la tumba de su madre, que estaba enamorado de una mujer y que lloraba leyendo poesía. Un actor tiene la obligación de investigar todos los lados del hombre, los oscuros y los no tan oscuros'.
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