El aeropuerto de El Prat pierde buena parte de los vuelos transoceánicos
La deuda de la Generalitat creció el 6% y se situó en 13.900 millones de euros
El diputado socialista Martí Carnicer acusó ayer al Gobierno catalán de haber maquillado la liquidación del Presupuesto de la Generalitat del año 2001 para presumir de un superávit de 7,6 millones de euros (1.264 millones de pesetas) cuando la realidad es que hubo un déficit de 356,4 millones de euros (59.297 millones de pesetas). Tras examinar la liquidación del presupuesto remitida por el Gobierno a la Sindicatura de Cuentas, Carnicer explicó que la diferencia procede de que el Gobierno había ocultado la contabilización de operaciones iniciadas en años anteriores.
La aparición de este déficit es particularmente significativa porque se produce al mismo tiempo que desde el propio Gobierno se proclaman las excelencias económicas del equilibrio presupuestario. Es decir, de déficit cero. La ejecución del presupuesto de 2001 arroja, según los socialistas, 'el peor resultado de los últimos siete años'. Carnicer señaló que junto a la constatación de este desequilibrio aparecen también tendencias preocupantes a medio plazo. Entre ellas citó la drástica reducción de la tesorería, que está obligando ya a demorar pagos; el creciente recurso a fórmulas atípicas de financiación de inversiones, que al aplazar el pago lo convierten en deuda, y el aumento de la deuda.
Acerca de ésta, el diputado socialista subrayó que si se suma la contraída por el Gobierno autónomo, la constituida por las citadas fórmulas atípicas, más su sector empresarial, el incremento es del 6,1% en un año. El total de la deuda en 2001 asciende a 13.913 millones de euros (2,315 billones de pesetas), mientras que en 2000 era de 13.114 millones de euros (2,182 billones de pesetas).
Los socialistas critican al Gobierno de Jordi Pujol que 'gasta demasiado y gasta mal', como dijo el portavoz del grupo parlamentario del PSC-Ciutadans pel Canvi, Joaquim Nadal, al analizar estos datos. Como ejemplo significativo desde el punto de vista político, el estudio realizado por los socialistas sobre la cuenta general de la Generalitat destaca que el Ejecutivo catalán ha sobrepasado ampliamente las previsiones presupuestarias para publicidad y propaganda al mismo tiempo que no ha gastado lo que estaba previsto en necesidades sociales tan sentidas como las guarderías infantiles, la promoción de la vivienda y las ayudas para la mejora del empleo.
En este último concepto, Carnicer explicó que el Departamento de Trabajo se ahorró 59,2 millones de euros (9.856 millones de pesetas) en partidas destinadas a ayudas para jubilaciones por reestructuración, programas de formación ocupacional, integración sociolaboral, empleo de autónomos, fomento de nuevos filones de ocupación, ayuda a trabajadores con disminuciones, y a cooperativas, entre otras. De estas partidas se gastó en unos casos el 32%, en otros el 25% o el 50%, pero en conjunto el recorte se acerca a 60 millones de euros (10.000 millones de pesetas).
Otro conjunto de partidas con finalidades sociales en los que el Gobierno catalán se ahorró en 2001 buena parte de lo presupuestado es el de las subvenciones a familias y entidades sin afán de lucro. De los 76,08 millones de euros (12.659 millones de pesetas), el Ejecutivo gastó menos de la mitad, 34,46 millones de euros (5.734 millones de pesetas). Una de las partidas en las que hubo más ahorro fue la de las subvenciones a escuelas taller, de la que se gastaron sólo 18,63 millones de euros (3.099 millones de pesetas) de una previsión de 41,36 millones (6.881 millones de pesetas). De las partidas destinadas por varios departamentos a guarderías, con un total de 22,98 millones de euros (3.824 millones de pesetas), se gastaron sólo 8,05 millones de euros (1.339 millones de pesetas).
Mientras por este lado no se cumplían los compromisos, el gasto en publicidad, propaganda y partidas afines se disparó y aumentó en un 12% en el conjunto de los departamentos del Gobierno. El de Presidencia, dirigido por el conseller en cap Artur Mas, tenía presupuestados 9,1 millones de euros (1.522 millones de pesetas) en cinco partidas dedicadas a propaganda, promoción, protocolo, atenciones de la Presidencia y estudios varios. Pero gastó 24,2 millones de euros (4.039 millones de pesetas), 15,1 millones de euros más (2.517 millones de pesetas), que suponen una desviación por exceso del 165%.
La conclusión de Nadal resultaba bastante previsible: 'Cataluña no puede fiarse de un gobierno en quiebra, sostenido por un partido en crisis, que sólo mantiene el liderazgo en publicidad y propaganda'
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