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La súbita dimisión de Pere Esteve por el pacto con el PP erosiona la unidad en CiU

El ex secretario general deja el partido y renuncia al acta de eurodiputado

Convergència Democràtica (CDC), el partido de Jordi Pujol, recibió ayer uno de los golpes más duros en sus 28 años de existencia. El eurodiputado Pere Esteve, que desde 1996 a 2000 fue su secretario general, anunció ayer que abandona el partido ante el convencimiento de que la 'subordinación' de los nacionalistas catalanes al PP es irreversible. Esteve, uno de los más destacados exponentes del sector soberanista de CDC e impulsor de la Declaración de Barcelona, anunció que devolverá su acta de eurodiputado y dejó abierta una futura colaboración con Esquerra Republicana. Esteve criticó el proyecto 'ideológico y estratégico' de su sucesor en la secretaría general y candidato a la Presidencia de la Generalitat, Artur Mas.

La decisión de Esteve pilló por sorpresa a toda la cúpula de CiU, incluido el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, a quien se lo comunicó telefónicamente a primera hora de la mañana. Pero las intervenciones de Esteve, tanto públicas como en los órganos del partido, y sus artículos en la prensa, contrarios a la colaboración con el PP, ya hacían presagiar una sonora salida. Se trata de la primera crisis grave en Convergència después de la marcha de Miquel Roca y de los enfrentamientos entre Artur Mas y Josep Antoni Duran por la sucesión de Pujol. Ahora, la dimisión de Esteve resquebraja la unidad interna del nacionalismo moderado trabajosamente lograda tras la designación de Mas como candidato a la Presidencia.

Esteve, secretario general de CDC desde 1996 hasta 2000 -fecha en la que cedió el cargo a Mas-, no se mordió la lengua al justificar su 'madurada' decisión. Afirmó que abandona CDC por 'ideología', por estar en desacuerdo con el 'proyecto' de su sucesor y por la 'dependencia y subordinación' de CiU respecto del PP. Esteve abogó por 'plantar cara' al PP y 'plantear una nueva estrategia política catalana', en claro enfrentamiento con la nueva línea política que encarna Mas, a quien eludió nombrar.

'No puedo seguir compartiendo la dependencia del PP, a menudo subordinación, durante esta legislatura. Ni está en mi línea de pensamiento, ni es bueno para Cataluña', explicó. Entre sus divergencias, Esteve enumeró el nuevo sistema de financiación autonómica, el Plan Hidrológico Nacional y la Ley de Partidos. El ex dirigente nacionalista lamentó que la dirección de CDC no sea consciente de esta situación de dependencia y del estancamiento de la política catalana, 'marcada por la dualidad CiU-PSC' y por la falta de propuestas programáticas. Como en anteriores reflexiones, reiteró su apuesta por una 'estrategia catalana'; es decir, de alianza política de todos los partidos contra el PP.

Guiños a ERC

En un claro guiño a Esquerra Republicana, formación a la que Esteve prefería como aliada para gobernar Cataluña tras las autonómicas de 1999, el ex secretario general de CDC anunció su intención de seguir en la política activa con aquellos que compartan sus reflexiones e informó de que, en las próximas semanas, se entrevistará con diversos dirigentes políticos.

La dimisión de Pere Esteve, cuyas tesis soberanistas respalda buena parte de la militancia convergente, irritó sobremanera a los dirigentes de Convergència, en especial a Jordi Pujol y Artur Mas. Pujol se limitó a recordar ásperamente que 'el proyecto de CiU depende de las personas, pero no de una en concreto'.

La dimisión de Esteve abre una crisis en un momento delicado para la federación nacionalista, que la próxima semana debe afrontar el debate de política general en el Parlament. CiU tiene que enfrentarse a un año repleto de citas electorales con un candidato que no acaba de despegar. Mas prosigue su denodado esfuerzo por consolidarse como sucesor de Pujol, pero las encuestas le dan como caballo perdedor frente a Maragall. El paulatino desencuentro político y personal entre Esteve y Mas quedó patente de nuevo ayer. El ex secretario general informó personalmente de su dimisión a Pujol y a varios dirigentes de la federación. Pero a Mas se la comunicó por teléfono cuando éste ya se había enterado por la prensa.

Pere Esteve abandona la sede de la Fundación Trias Fargas, que presidió hasta ayer.
Pere Esteve abandona la sede de la Fundación Trias Fargas, que presidió hasta ayer.MARCEL.LÍ SÀENZ

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