Robinson y el habla andaluza
La presente tiene por objeto expresar mi indignación por la burla que del habla andaluza protagonizó el periodista deportivo Michael Robinson en el programa El día después, de Canal Plus, el pasado 16 de septiembre.
Por lo visto, no encontró algo mejor que reírse del pueblo andaluz, de ridiculizarlo, al mofarse de unas declaraciones de un aficionado del Málaga C.F., quién, a pregunta de Canal Plus, contestaba sobre el buen momento de su equipo. El buen señor se expresó en andaluz, como se habla en su pueblo, como hablamos miles de andaluces.
Las declaraciones la repitieron una y otra vez, hacia delante y hacia atrás, acompañada de risas y comentarios como: 'En su casa a lo mejor lo entienden' o 'da igual oírlo al derecho o al revés', etcétera.
Por aquí hay un dicho que reza: 'Siempre habla un cojo', con perdón a quien padezca esta minusvalía. Pero es que el señor Robinson es el menos indicado para burlarse de la corrección del habla española, porque su español deja mucho que desear. Aparte de su acento inglés, del que pienso no debe desprenderse nunca, como señas de su identidad, sus incorrecciones gramaticales y de léxico son constantes. Sin embargo, no por ello deja de ser apreciada su profesionalidad y, como muestra, el éxito que ha alcanzado como periodista entre nosotros, muy por encima de su mediocridad como futbolista.
Nunca creí que mí admirado Michael Robinson se mofara del habla andaluza, es como ridiculizar a todo un pueblo, que orgulloso habla el español más universal que existe. Le recomiendo que le dé un vistazo a la obra del insigne académico y mejor lingüista, hoy fallecido, don Manuel Alvar, quién profusamente se ocupó del habla andaluza, a la que no dudó en calificar como el español más rico.
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