Alcalá inaugura el cierre al tráfico de 56 calles de su casco histórico
Peatones en familia, muchas bicicletas, las calles limítrofes llenas de coches y los dos aparcamientos disuasorios -gratuitos los festi-vos- semivacíos. Éste era el aspecto que presentaba ayer por la mañana el casco histórico de Alcalá de Henares, cuyo Ayuntamiento (gobernado por PSOE e IU) aprovechó el Día Sin Coches, para poner en marcha el plan de restricción del tráfico en la zona centro, que reserva 15 de sus 89 calles para uso exclusivo de peatones, y otras 41 sólo para automovilistas que sean residentes en esa zona.
El plan de peatonalización impulsado por el alcalde socialista Manuel Peinado se basa en el cierre de la zona mediante un sistema electrónico de apertura y cierre de bolardos, que estará controlado las 24 horas del día por la Policía Local a través de circuito de cámaras de vigilancia.
El PP recogió durante el verano cerca de 6.000 firmas contra el proyecto y se creó una asociación -la Plataforma Complutense- que se ha manifestado repetidamente en contra de la manera en que se está llevando a cabo el cierre al tráfico de las calles. Pero, ayer, la única pincelada reivindicativa eran los carteles de la asociación de vecinos El Val pidiendo un carril-bici.
Medidas de presión
La Federación de Comerciantes del Henares (Fecohe) amenazó el pasado viernes con medidas de presión tales como conseguir tarjetas magnéticas para mantener permanentemente abiertos los bolardos que impiden el paso de los automóviles no autorizados a la zona vedada. Pero estos comerciantes manifestaron después que habían acordado con el Consistorio crear una comisión de seguimiento en la que también estará la asociación de vecinos del distrito Centro, y que será allí donde plantearán sus quejas.
Fecohe pide que las 12 puertas de acceso al casco estén abiertas hasta las dos de la tarde. 'La voluntad es corregir los fallos que se detecten en el plan', manifestó ayer el concejal de Urbanismo, Javier Ocaña (PSOE).
El Ayuntamiento ha introducido algunos cambios sobre el plan original. Dos afectan al horario de las puertas de acceso. Las de las calles de Tercia y Vaqueras permanecerán abiertas de 8.00 a 20.00, a petición de los comerciantes. Y las de Santos Niños con San Juan y Empecinado con Santos Niños abrirán de 7.30 a 12.00 y de 14.00 a 14.45, para permitir el paso en coche a los colegios de la zona, concertados y con alumnos de toda la ciudad. Otro es la ampliación de las vías reservadas a residentes a la calle de Portilla, a petición de los vecinos.
Las 27 calles de uso libre que quedan en el casco histórico serán zona azul, a petición de la asociación de vecinos del distrito Centro (6.456 vecinos y 2.667 vehículos censados), que temía que atrajesen demasiados coches. Los aparcamientos disuasorios están en el antiguo campo de fútbol de La Paloma (345 plazas de zona azul con tarifas reducidas) y el Pico del Obispo (calle del Cardenal Sandoval y Rojas) con 150 plazas gratis, que cierra a las 22.30.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.