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Crítica:COMER
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Salteados de hongos y otras recetas sencillas

MARACAIBO, buenas materias primas en el antiguo restaurante Casa Silvano de Segovia

José Carlos Capel

Ni la apariencia del local ni el ajetreo de su barra ayudan a presagiar el estilo de la comida que se sirve dentro. Tampoco su decoración, un tanto abigarrada y decadente, guarda relación con las inquietudes gastronómicas que se respiran en esta casa de comidas segoviana, conocida antiguamente como Casa Silvano. A pesar de tantas objeciones, a las que se suma el estruendo de su comedor, pasado de decibelios, la visita no decepciona.

El joven Óscar Hernando, en el que recae la doble función de sumiller e ideólogo de cocina, se multiplica en sus funciones para atender la sala y transmitir sus propuestas a Candela de Santos, responsable de los fogones. Quienes lleguen a Segovia en busca de cordero o cochinillo, harían bien en orillar este local y encaminarse hacia alguno de los mesones clásicos, José María o Casa Duque, por ejemplo. Aunque Maracaibo, el restaurante más interesante de la ciudad en estos momentos, mantiene los asados en su carta, no son lo más recomendable.

Maracaibo

6,5 . Paseo de Ezequiel González, 25. Segovia. Teléfono: 921 46 15 45. No cierra. Entre 30 y 40 euros. Paté de perdiz, 10,52. 'Carpaccio' de hongos, 9,62. Pollo de corral en pepitoria, 12,02. Helado de vino tinto, 4,96. Pan ... 4 Café ... 7,5 Bodega ... 8 Ambiente ... 5 Servicio ... 6 Aseos ... 4

Entrantes convincentes

Los asiduos saben de la suculencia de sus setas, que se recogen en los bosques de la provincia. Justo ahora, en los albores del otoño, entusiasman ya sus carpaccios de hongos (Boletus edulis) y sus salteados de hongos con foie-gras y yema de huevo. Y a su lado, otros entrantes convincentes. Suculento el paté de perdiz, que no precisa del copioso aceite de oliva que lo baña; delicado el foie-gras de pato escabechado; sorprendente el carabinero frito en cortezas de trigo, y espectaculares las alcachofas frescas con jamón. Por el contrario, decepcionan las croquetas de centollo, muy insípidas; el vinagre es una agresión en la ensalada de cochifrito, y se aprecia un punto de sal y grasa excesivo en el potaje de judiones de La Granja.

Maracaibo destaca por dos aspectos fundamentales, calidad de las materias primas y sencillez de sus recetas. Con el mejor pollo de corral prepara un estofado delicioso; el secreto del cerdo ibérico, plancha de carne magra entreverada, la hace a la plancha para convertirla en un lujo, mientras que su entrecó de ternera morucha evidencia la finura del ganado autóctono. Lástima la mediocridad de las patatas fritas. Otra gran alternativa es la suculenta tarrina de manitas de cerdo. La gran desilusión llega con el congrio con almejas, pasado de cocción, y con los moluscos resecos, estropeados por una salsa amarilla muy harinosa.

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POSTRES, QUESOS, ACEITES, CAFÉS Y BODEGA

A PESAR DE que los postres no son el punto fuerte de Maracaibo, su oferta denota afán de superación e inquietudes notables. Más allá del ponche segoviano, omnipresente en todos los restaurantes de la ciudad, se puede optar por una discreta tarta de chocolate con crema de queso; por un helado de vino tinto de Valtiendas, más conseguido, o por el sabroso flan de huevo de la casa. Nada que ver con el arroz con leche, duro y sin gracia, que no da la talla. Y como alternativa, el surtido de quesos de Castilla y León, con especialidades tan sugerentes como los quesos de oveja de Armuña (Segovia) o Sansueña (Zamora), el Ovejero ahumado de Burgos, el Veigadarte de cabra de León y el queso azul de Valdeón, en la misma provincia. Para aliñar las ensaladas y componer aderezos dispone de un convoy de aceites de oliva vírgenes extra, con marcas de categoría, como el Dauro de Mallorca. Para concluir, una selección de cafés artesanos realmente buenos compuestos por granos de la variedad arábica recién tostados, entre los que se puede optar por los mejores tipos de Colombia, Jamaica, Etiopía, Kenia y Costa Rica. Y a modo de guinda, cigarros habanos de distintos calibres, en la lista figuran relacionadas las vitolas de mayor prestigio. Aún así, el gran señuelo de la casa es su listado de vinos, en cuya selección se aprecia la profesionalidad de Óscar Hernando, sumiller de muchos quilates. Después de elegir el menú, el mejor consejo es pedirle sus sugerencias, pero sin olvidarse de los vinos de postre.

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Sobre la firma

José Carlos Capel
Economista. Crítico de EL PAÍS desde hace 34 años. Miembro de la Real Academia de Gastronomía y de varias cofradías gastronómicas españolas y europeas, incluida la de Gastrónomos Pobres. Fundador en 2003 del congreso de alta cocina Madrid Fusión. Tiene publicados 45 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo los desayunos.

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