Vizcaya acelera su mayor plan para evitar las riadas en Bilbao
La Diputación quiere adjudicar este año el anteproyecto de una obra de 180 millones
La Diputación de Vizcaya elaborará un anteproyecto para impulsar uno de los proyectos hidráulicos más importantes en Euskadi: la construcción de dos túneles de desagüe en la ría de Bilbao con el fin de evitar graves inundaciones como las ocurridas en 1983. El proyecto requerirá una inversión cercana a los 180 millones de euros y debería ser asumido por las instituciones vascas y el Gobierno central. La Diputación vizcaína quiere presentar en el plazo de un año el anteproyecto y para ello la intención es sacarlo a concurso en los próximos meses.
Las inundaciones en el área metropolitana de Bilbao son motivo de preocupación entre las autoridades vizcaínas, especialmente tras la regeneración urbanística de la última década. Antiguas áreas industriales de los muelles del Nervión, a su paso por localidades como Barakaldo y Bilbao, se están recuperando para albergar viviendas, parques o nuevas avenidas.
Por ello, el diputado general vizcaíno, Josu Bergara, encargó el pasado año la elaboración de un estudio que analizase la manera de evitar riesgos como las riadas de 1983, que entonces causaron pérdidas por valor de 360 millones de euros en la cuenca metropolitana.
El informe, que era el octavo de esas características elaborados desde las graves inundaciones, apostaba por la construcción de dos túneles de desagüe en un recorrido diferente al actual caudal de la Ría. Irían en línea recta entre los barrios de La Peña y San Ignacio y, cuando estuviesen concluidos, formarían la base del semicírculo que sería el caudal del Nervión. Se habilitarían a una profundidad máxima de 25 metros, tendrían una anchura conjunta de 40 metros y una longitud de más de 3,5 kilómetros.
Las dos construcciones subterráneas funcionarían como cauce alternativo al actual. El estudio, presentado en noviembre pasado por el Departamento de Medio Ambiente, calculaba que los túneles absorberían 1.270 metros cúbicos por segundo. Esta cifra es casi el actual caudal de la Ría, con capacidad para transportar 1.400 metros cúbicos por segundo.
El informe señalaba que se evitaría así el desbordamiento, puesto que la riada de 1983 arrastró por el barrio de La Peña (a la entrada de Bilbao aguas arriba del Nervión y uno de los más afectados) 3.000 metros cúbicos por segundo.
Reducción de riesgos
Los dos túneles, con un coste estimado en 162 millones de euros, arrancarían en La Peña y saldrían al actual cauce en el área de Olabeaga, a la altura del barrio de San Ignacio. El proyecto incluye además la apertura del canal de Deusto, que ejercería como aliviadero y su presupuesto rondaría los 10,8 millones de euros, y otras medidas para aumentar la capacidad del cauce, como la ampliación de meandros.
El informe señalaba que con estas obras, en una situación de riadas similar a la de 1983, el agua alcanzaría como máximo un metro de altura en el Casco Viejo. Hace 19 años, se elevó allí a más de cinco metros.
La elevada inversión de este proyecto, cercana a los 180 millones de euros, inducía a pensar que quedaría abandonado en un cajón. Sin embargo, el departamento foral de Medio Ambiente ha proseguido sus gestiones y tiene la intención de sacar a concurso un estudio de modelización, que podría definirse como el anteproyecto. El objetivo es definir esta solución y que garantice su correcto funcionamiento, al igual que se realiza en sectores como la aeronáutica.
El área dirigida por la diputada María Esther Solabarrieta tiene ya elaborados los pliegos de condiciones técnicas y está a la espera de resolver los trámites administrativos internos para convocar el concurso y decidir la adjudicación. El deseo es presentarlo en un próximo Consejo de Gobierno de la Diputación.
Sin plazos
Aunque todavía no hay plazos para su conclusión, la complejidad del estudio de modelización, que incluye la construcción de maquetas, induce a pensar que se demoraría más de un año. Con este estudio, la decisión sobre la elaboración del proyecto constructivo quedará en manos de las instituciones con competencias sobre la Ría: los gobiernos vasco y central y la Autoridad Portuaria de Bilbao. En el mejor de los casos, esta magna obra hidráulica no comenzaría antes de 2004.
La diputada de Medio Ambiente ya advirtió el pasado año de que una inundación importante en el Nervión puede producirse en cualquier momento. Además, desde las graves riadas registradas en 1983, apenas se han ejecutado obras de adecuación. Únicamente se ha ampliado y alejado el cauce de las viviendas ubicadas en el barrio de La Peña. A ello se añade el impulso de proyectos de regeneración junto a la Ría, como los de Abandoibarra y Galindo o los previstos en Zorrozaurre y Olabeaga.
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