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Bush quiere que las inspecciones estén respaldadas por la amenaza de represalias militares

A George W. Bush no le basta con el retorno de los inspectores. Su objetivo, oficial y apoyado por el Congreso, es un 'cambio de régimen' en Bagdad. Está dispuesto a que se reanuden las inspecciones, pero de forma distinta a como se desarrollaron hasta 1998. Quiere que sean expeditivas, y respaldadas por una represalia militar en cuanto el Gobierno iraquí ponga objeciones. Por eso desea una nueva resolución del Consejo de Seguridad. La resolución 1.284, sobre la que hasta ahora se han basado las exigencias de la ONU sobre desarme, establece un calendario demasiado lento y minucioso para Washington.

La resolución 1.284 fue aprobada a finales de 1999, un año después de que los inspectores abandonaran Irak denunciando que el Gobierno de Sadam Husein les impedía desarrollar su trabajo, y de que Estados Unidos y el Reino Unido lanzaran bombardeos de represalia durante cuatro días. La 1.284 liquidó la Unscom (Comisión especial para el desarme en Irak) y creó un nuevo organismo, Unmovic (Comisión de la ONU para la Verificación e Inspección), que debía encargarse en adelante de las investigaciones sobre el supuesto arsenal iraquí de armas de destrucción masiva.

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En las actuales condiciones, los inspectores de Unmovic tendrían, una vez en Irak, un plazo de 60 días para elaborar un informe sobre 'la aplicación del nuevo sistema de vigilancia y las tareas clave que Irak debe llevar a cabo para cumplir con sus obligaciones de desarme'. Al cabo de otros seis meses, los inspectores informarían al Consejo de Seguridad acerca de sus hallazgos.

El Gobierno estadounidense no quiere esperar tanto ni que se repita el precedente de Unscom. Antes de evacuar Irak, la agencia estuvo casi un año paralizada por los constantes enfrentamientos verbales entre la ONU y el Gobierno iraquí, después de que éste acusara a los inspectores de ser espías estadounidenses y se negara a permitir el acceso a los palacios presidenciales de Sadam Husein. La resolución 1.284 hace referencia a las precedentes decisiones del Consejo de Seguridad, desde 1991, sobre los prisioneros y bienes kuwaitíes, cuestiones que Bush mencionó en su discurso ante la ONU la semana pasada, pero no detalla posibles represalias.

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