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Entre el negro y el amarillo

El riesgo de un ataque norteamericano contra Irak encarece el oro y el petróleo

Los aires de guerra contra Irak han tensionado al alza el precio del petróleo, en un movimiento simétrico con el oro, el valor refugio por excelencia en tiempos de incertidumbre. El resultado es que los fondos que invierten en estas materias primas se están revalorizando y llenando de gozo a aquellos ahorradores que han apostado por esta fórmula.

Los fondos que invierten en materias primas arrojan importantes beneficios, en algunos casos superiores al 20%

Los mercados barruntan vientos de guerra. Y no es para menos: el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, parece decidido a dar la orden de atacar Irak, aunque no de forma inminente. En su discurso ante las Naciones Unidas el pasado 12 dejó claro que si el régimen iraquí 'vuelve a desafiarnos, el mundo deberá moverse decisivamente'.

En estos días comienza lo que se conoce como 'temporada fría' en el hemisferio norte, lo que habitualmente provoca un aumento de la demanda de petróleo. Las reservas de crudo almacenadas en Estados Unidos, principal consumidor de energía, descienden, lo que igualmente se traduce en un aumento de su demanda. Son éstas, según los expertos, las tres razones que explican el alza que está registrando en los últimos tiempos el precio del petróleo en los mercados internacionales. A principios de año, el barril de crudo cotizaba en torno a los 20,5 dólares. A finales de agosto, su precio marcó un máximo de 29,65 dólares. En la actualidad se acerca a los 30 dólares.

Cuál será la evolución de su cotización en los próximos días depende, a juicio de los técnicos, de dos hechos clave. Por un lado, el día 19 de septiembre, en la ciudad japonesa de Osaka se encontrarán los máximos dirigentes de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP). En su reunión, deberán decidir si aumentan o no su producción del crudo. Por otro lado, la posibilidad de una intervención militar en Irak se ha convertido, en la actualidad, y a pesar de no ser un factor económico sino un asunto claramente político, en el centro de la cuestión. Casi ningún técnico duda de que, de producirse el ataque contra el régimen de Sadam Husein, el precio del petróleo podría dispararse por encima de los 40 dólares el barril, aunque hay quienes elevan esta barrera hasta los 50 dólares el barril.

El euro ha vuelto en estos días a acercarse al dólar, aprovechando la debilidad de la economía norteamericana. La paridad entre ambas divisas no parece difícil de lograrse, al menos a corto plazo. La teoría dice que 'cuando baja el billete verde, sube el metal amarillo'. Los mercados de valores, pese al respiro registrado a lo largo del mes de agosto, vuelven a vivir tiempos difíciles que aún agravan más la crisis que mantienen desde hace ya muchos meses y que se traduce en unas pérdidas superiores en casi todas las bolsas al 25%.

La producción de oro ha descendido significativamente en los últimos años, lo que ha provocado un aumento de su demanda neta. La confluencia de todos estos hechos explica, a juicio de los expertos, la fuerte revalorización registrada por la cotización del oro desde principios de año.

En enero de 2002, el metal amarillo se negociaba en torno a los 280 dólares la onza (31,1035 gramos). En junio, su precio llegó a marcar un máximo de 333 dólares la onza, su nivel más alto de prácticamente los últimos tres años. Julio y agosto fueron meses tranquilos, pero septiembre ha comenzado con fuertes alzas, volviéndose a superar la cota de los 320 dólares la onza. Para los analistas, la carrera alcista del oro continuará a lo largo de los próximos meses, hasta colocarlo, previsiblemente, en una cotización en torno a los 350 dólares la onza.

Beneficios para unos pocos

Los inversores que mantienen posiciones en fondos de inversión vinculados a las materias primas están de enhorabuena. Frente a las pérdidas generales que registran los productos de este tipo especializados en valores tradicionales, tecnología o nueva economía, los fondos de materias primas arrojan importantes beneficios, en algunos casos superiores al 20%.

La fortaleza demostrada de forma muy especial por el oro y el petróleo, y también por la plata y el cobre (ambos metales marcaron sus máximos en junio de este año) ha contribuido de forma decisiva en las revalorizaciones generales del mercado de materias primas.

Los especialistas consideran que las perspectivas para los fondos que invierten en materias primas, en lo que a rendimientos se refiere, de cara a final de año, siguen siendo positivas debido a la actual debilidad del dólar, las dudas sobre la llegada efectiva de la recuperación económica internacional, la volatilidad de los mercados bursátiles tradicionales y el más que probable ataque de Estados Unidos a Irak.

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