El Gobierno francés culpa a Bruselas del desastre de la industria de las telecomunicaciones
París decide aplazar tres semanas el plan de salvamento financiero de France Télécom
El ministro de Economía francés, Francis Mer, imputó ayer a Europa el desastre en el que se encuentra la industria de las telecomunicaciones, horas después de que el operador semipúblico France Télécom anunciara pérdidas históricas de 12.200 millones de euros y una deuda de 69.700 millones de euros, la mayor en la historia de las empresas francesas. Para el ministro, Bruselas 'no ha tenido el coraje ni la audacia' de adoptar 'una cierta política industrial' y cada país ha hecho de su capa un sayo. París ha decidido aplazar tres semanas el plan de rescate financiero de la compañía en crisis.
De paso, Mer golpeó al anterior Gobierno socialista por no haberse opuesto a la arriesgada estrategia de France Télécom, 'que se traduce en esta montaña de deudas'. Su volumen multiplica prácticamente por cinco el endeudamiento y las necesidades de recapitalización del Crédit Lyonnais, un escándalo de 1993 al que aludió la ministra de Defensa, Michèle Alliot-Marie, equiparando ambos desastres heredados por la derecha de la gestión de gobiernos de izquierda.
El ministro de Economía reconoció que 'no hay solución actualmente' para France Télécom, 'porque el problema radica en elaborar una solución'. Y no hay duda de que esa solución sólo puede venir del Estado: la empresa estadounidense Enron quebró el año pasado con una deuda calculada entonces en 13.100 millones de dólares, mucho menos que la que tiene France Télécom.
París se da tres semanas para perfilar el plan de salvación financiera y para decidir quién debe sustituir al presidente del grupo, Michel Bon, que dimitió el jueves tras asumir los catastróficos resultados. El nombre del número uno de Thomson Multimedia, Thierry Breton, suena entre los favoritos para ser el nuevo presidente.
Control del déficit
La visión de París es que Bon muere profesionalmente en la misma 'guillotina' que ha cortado las cabezas de los presidentes de Deutsche Telekom, British Telecom o KPN. ¿París se está armando de razones para renunciar al control del déficit? Los analistas aseguran que el monto del plan de salvamento no puede bajar de los 15.000 millones de euros, de los cuales el Estado francés, dueño del 55,5% del operador, debería aportar por lo menos 9.000 millones. El impacto sería brutal sobre el déficit de 2003, estimado en 45.000 millones de euros.
Las reflexiones de Francis Mer se produjeron en una declaración radiofónica, la única que concedió ayer. Preguntado sobre si esos argumentos indican que el Gobierno piensa implicar a toda Europa en la solución, el portavoz de Economía contestó a este periódico que 'el análisis del ministro se refería al pasado' y declinó comentarios sobre el futuro.
En lo que se refiere al presente, el título de France Télécom perdió ayer otro 2,63%, cerrando a 10,35 euros. Manifiestamente, la cotización es lo que menos inquieta al Ejecutivo. La ministra de Industria, Nicole Fontaine, subrayó que reconstituir los fondos propios de France Télécom no es urgente, porque 'no tiene problemas de tesorería a corto plazo', habida cuenta del buen resultado operativo bruto (Ebitda) del primer semestre, que asciende a 6.870 millones (un 13,6% más que hace un año).
Pese a sus críticas al Gobierno de izquierda, Mer disculpó un poco a sus antecesores, afirmando que Francia se había comportado de manera 'menos irresponsable' que Alemania o Reino Unido en la aventura de la telefonía móvil UMTS. Londres subastó sus licencias por unos 38.000 millones, mientras Berlín alcanzó unos ingresos récord de 50.000 millones.
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