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Amann anuncia que está 'todo preparado' para iniciar la 'Y' vasca y que costará 3.600 millones

Las obras del trazado, que acumulan ya un año de retraso, se dividirán en 28 tramos

El consejero de Transportes y Obras Públicas, Álvaro Amann, anunció ayer que las obras del tren de velocidad alta en el País Vasco comenzarán en 2003 y que 'todo está preparado para empezar a trabajar'. Aún quedan por sacar a concurso los proyectos constructivos, una competencia que corresponde al Gobierno central, aunque Amann aseguró que se encargarán 'de un momento a otro'. La Y ferroviaria vasca acumula ya un retraso de 'un año', según reconoció el propio consejero, quien apuntó un nuevo cálculo más alto de su coste final: 3.600 millones de euros.

Amann, quien acudió ayer a la inauguración en Vitoria de una exposición sobre los proyectos ferroviarios actualmente en marcha en el País Vasco, disculpó los retrasos del Ministerio de Fomento por la 'complejidad' de los proyectos que maneja en estos momentos. Ahora se está desarrollando el plan ferroviario español, que supondrá una inversión superior a los 54.000 millones de euros y extenderá a gran parte de los territorios el tren de alta velocidad. El tramo por el País Vasco debe enlazarse con la línea Madrid-Valladolid-Miranda de Ebro.

La declaración de impacto ambiental de la Y vasca ya ha sido entregada por el Ministerio de Medio Ambiente, un trámite que se ha alargado más de lo previsto y que deja vía libre para licitar los proyectos constructivos. También se han salvado las diferencias internas en el Gobierno vasco. Izquierda Unida exigió cuando entró el año pasado en el Ejecutivo que se realizasen nuevos estudios, pero sus socios se negaron.

Así, sólo queda sacar a concurso los trabajos antes de empezar las obras. Según anunció ayer Amann, este trámite se cumplirá 'de un momento a otro; van a ser inmediatos los anuncios en el boletín'. Aseguró que se iniciarán 'este año'. La Y ferroviaria vasca se dividirá en 28 tramos y cada uno tendrá su propio concurso y proyecto constructivo.

Las obras, cuya última fecha de inicio se ha fijado en el año 2003 según los cálculos del consejero, comenzarán por Irún, donde enlazará con la vía del tren de alta velocidad (TGV) francés. Hasta ahora, los últimos plazos que ha hecho públicos el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, asumen que el final de las obras se prevé para el año 2010. El Gobierno central deberá costear la mayor parte del gasto que supondrá la obra. Amann calculó ayer que llegará hasta los 3.600 millones de euros, lo cual eleva la última cifra ofrecida por el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, quien en febrero evaluó el coste en 2.975 millones.

El tren de velocidad alta, que tendrá un recorrido total de 194 kilómetros por el País Vasco, permitirá mejorar la conexión entre las tres capitales vascas, puesto que los convoyes circularían a una velocidad máxima de 220 kilómetros por hora. De Bilbao a San Sebastián se tardarán 35 minutos. Bilbao y Vitoria, que ahora carecen de línea directa, se unirán en media hora. Y de San Sebastián a Vitoria se invertirán sólo 34 minutos.

El paso de las vías por las tres capitales requerirá unos proyectos especialmente complejos. En San Sebastián y Bilbao se construirán unos nuevos ramales, mientras que en Vitoria se está estudiando el soterramiento de la línea a su paso por el casco urbano. La comisión interinstitucional creada entre el Ayuntamiento, la Diputación alavesa, el Gobierno vasco y el Ministerio de Fomento debe ratificar aún si se opta por esa solución, y posteriormente decidirá qué recorrido dibuja. Se espera que en otoño se adopte una solución. En cualquier caso, la exposición que ayer inauguró Amann apuesta por soterrar las vías, pero, al contrario de lo que se había manejado en los últimos meses, elimina una línea (denominado bypass) que se había proyectado para que el tráfico de mercancías no llegara hasta el centro de la ciudad y circunvalara Vitoria paralela a la actual N-I.

Financiación del tranvía

De manera paralela al trazado del ferrocarril, las instituciones deben tomar este año una decisión sobre el futuro tranvía, y sobre su financiación. El Ayuntamiento quiere ampliar en un kilómetro el recorrido inicialmente planificado. Pero para ello necesita el respaldo del Departamento de Transportes y Obras Públicas.

Amann, sin embargo, no dejó clara su postura. 'Me sigue pareciendo caro', aseguró en referencia al proyecto de Vitoria, aunque matizó que 'todas las ideas que ha presentado hasta ahora el Ayuntamiento han sido asumibles'.

Añadir un kilómetro más al trazado supondría incrementar el gasto en seis millones de euros, con lo que el proyecto total se acercaría a los 90 millones. Amann recordó que la experiencia de Bilbao, donde el trazado se vio complicado por las dificultades que planteaba en algunos tramos el subsuelo, 'no puede servir de referencia' porque ha encarecido el coste. En Vitoria, sin apenas dificultades orográficas, el consejero entiende que 'el valor del tranvía debe ser menor'.

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