_
_
_
_
_

La Casa Blanca asegura que existe un 'creciente movimiento internacional de apoyo' a Bush

George W. Bush cree que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) accederá a emitir una nueva resolución, más dura que las anteriores, sobre el rearme de Irak. El presidente de Estados Unidos realizó ayer una nueva ronda de conversaciones telefónicas con dirigentes de distintos países y con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y se sintió satisfecho con el resultado. 'Como consecuencia de las consultas del presidente y de su énfasis al recordar al mundo la flagrante violación por parte de Irak de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, parece tomar cuerpo un movimiento encaminado a añadir fuerza a las resoluciones anteriores', dijo Ari Fleischer, portavoz de la Casa Blanca.

Más información
Bin Laden difunde un vídeo en el que rinde homenaje a los pilotos suicidas
Irak insta a los países árabes a atentar contra los "intereses" de EE UU en caso de ataque
Annan dice que sólo el Consejo de Seguridad puede legitimar una acción contra Irak
Turquía se opone a cualquier acción armada contra Irak que no tenga el apoyo de la ONU

Fleischer precisó que con la palabra 'fuerza' no se refería 'necesariamente a fuerza militar', pero valoró positivamente la opción de las 'inspecciones coercitivas', estudiada el sábado por Bush y el primer ministro británico, Tony Blair, en la reunión que mantuvieron en Camp David. El plan consistiría en desplegar una fuerza de al menos 20.000 soldados junto a las fronteras iraquíes, dispuesta a entrar en el país en el caso de que a los inspectores de armamento de la ONU se les negara acceso a alguna instalación sospechosa.

El portavoz no quiso decir si Bush apoyaba la propuesta formulada por el presidente francés, Jacques Chirac, articulada sobre dos posibles resoluciones: la primera daría a Sadam Husein un plazo de unas tres semanas para aceptar el reinicio de las inspecciones en sus arsenales; la segunda, en caso de que la primera fuera rechazada por el Gobierno iraquí, plantearía ya la vía de la intervención bélica. Fleischer indicó, sin embargo, que la idea de Chirac formaba parte del 'creciente movimiento de apoyo internacional' a la posición de Bush.

El presidente de Estados Unidos se entrevistó ayer en Detroit con el primer ministro de Canadá, Jean Chrétien, para cerrar un acuerdo destinado a incrementar la seguridad en la frontera entre ambos países, y para tratar de vencer el escepticismo del Gobierno canadiense ante las propuestas bélicas de la Casa Blanca. Chrétien siguió pensando, tras la reunión, que antes de iniciar una guerra había que apurar todas las posibilidades diplomáticas. Antes de viajar a Detroit, Bush habló por teléfono con el presidente de Turquía, Ahmet Necdet Sezer; el primer ministro de Dinamarca, Anders Fogh Rasmussen, que este semestre ocupa la presidencia rotatoria de la Unión Europea; y con el secretario general de la ONU, Kofi Annan. Por la tarde, Bush telefoneó al hombre fuerte de Arabia Saudí, príncipe Abdulá, al presidente egipcio, Hosni Mubarak, y al secretario general de la OTAN, George Robertson.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_