Una juez ve racismo en tres bares del Maremágnum pero no condena al dueño
Hay racismo pero nadie es responsable. La titular del juzgado de lo Penal número 23 de Barcelona ha dictado una sentencia en la que afirma que tres locales del complejo de ocio Maremágnum impidieron la entrada a negros, gitanos y árabes pero absuelve al dueño de los bares porque no considera probado que ordenase vetar a personas por su etnia. El fiscal y la acusación particular, en nombre de SOS Racismo, pedían cuatro años de inhabilitación para el propietario de los bares Nayandei, Tropicana y Fiesta, por un delito contra el ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas
Los hechos se remontan al verano de 1999 cuando dos gitanos, de acuerdo con miembros de SOS Racismo, pusieron en práctica un plan para demostrar la xenofobia en ese complejo. A los primeros, impecablemente vestidos, no les permitieron la entrada pero sí a los desaliñados miembros de la ONG.
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