Un juez culpa de la conducta de dos hijos a su madre y a la letrada de ésta

El magistrado José Miguel Bortz Ruiz, juez de familia de Valencia, dictó el pasado mes de julio una resolución en la que apercibía a la madre de dos hijos menores y a la letrada de dicha progenitora de que ambas incurrirían en un delito de desobediencia si los dos vástagos no cumplían el régimen acordado de visitas con sus abuelos paternos. El letrado Luis Zarraluqui, presidente de la Asociación de Abogados de Familia, mostró su asombro por esta resolución judicial y recordó que 'los abogados no tienen autoridad sobre los hijos de sus clientes'.

El juez José Miguel Bortz acordó que las visitas de los menores a sus abuelos paternos fueran reanudadas en la fecha y el punto de encuentro predeterminado en una resolución judicial anterior, entre las cinco y las ocho de la tarde, y reiteró a la madre de los menores y a su abogada, a las que ya había apercibido en la comparecencia ante él celebrada el 4 de junio, que incurrirían 'en delito de desobediencia a la autoridad judicial en caso de que, a partir de ahora, no pueda en cualquier ocasión llevarse a cabo la visita por falta de presentación de los menores en el lugar correspondiente para ello o por negativa u oposición de los menores a quedarse con sus abuelos'.

El juez ordenó notificar su resolución a la madre de los menores y a su letrada en los respectivos domicilios de cada una de ellas.

Lo más elemental

La decisión del juez de Valencia, en cuanto responsabiliza a la letrada de la conducta de los hijos de su cliente, además de haber sido recurrida ante el magistrado que la dictó, ha producido consternación en la Asociación de Abogados de Familia, cuyo presidente, Luis Zarraluqui, manifestó a este periódico: 'El régimen de visitas de los hijos de cónyuges separados o divorciados es difícil de cumplir y es comprensible que los jueces se vean superados por los acontecimientos y terminen perdiendo el control. Pero, a veces, en su afán de hacer cumplir las resoluciones judiciales, se olvidan de lo más elemental del proceso'.

'Las resoluciones judiciales han de cumplirlas quienes son parte en el proceso, no sus abogados, entre otras cosas porque nunca puede incurrir en desobediencia el abogado respecto a la conducta de los hijos de su cliente, porque legalmente los letrados no tienen ninguna autoridad sobre ellos', añadió Zarraluqui.

La posibilidad de que los abogados, además de sus obligaciones profesionales, tengan que asumir la identificación con las personas a las que defienden, hasta el punto de compartir con ellas responsabilidades penales, abruma a estos expertos en derecho, pero no mártires de cada caso.