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Tribuna:COYUNTURA INTERNACIONAL
Tribuna
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Persisten las incertidumbres

Sonsoles Castillo

A la vuelta de verano el panorama económico sigue siendo inquietante, aunque con un balance de la situación algo distinto al que había hace un mes. Los datos menos positivos derivan del ámbito macroeconómico, lo que pone en entredicho la fortaleza de la recuperación. A las dudas que despertara el dato del PIB de EE UU del segundo trimestre se ha sumado la confirmación del descenso de las confianzas de empresarios y consumidores, tanto en EE UU como en Europa, que se observaran en julio. Ello confirma la ruptura de la tendencia ascendente observada en la primera mitad del año y siembra nuevas dudas sobre las perspectivas de crecimiento. Al tiempo que el carácter generalizado de las caídas apunta más a un escenario de riesgo global, y no sólo específico a EE UU, como parecía barajarse hace unos meses.

A pesar de la aparente mejoría de las bolsas, la caída de las confianzas añade más incertidumbre sobre la recuperación

Los mercados de renta variable siguen en número rojos, acumulando pérdidas cercanas al 30% en lo que va de año y situándose en la mayoría de los casos por debajo de los niveles tras el 11-S. La buena noticia es que la tendencia bajista parece haberse frenado en las últimas semanas. A ello puede haber contribuido la nueva normativa antifraude desplegada de la SEC (Security Exchange Commission) por la que se requiere a los responsables de empresas de cierta capitalización que certifiquen personalmente los datos contables facilitados. Una medida que trata de restaurar, en la medida de lo posible, la confianza de los inversores y que contribuye a reducir el riesgo de que se produzcan nuevos sobresaltos por escándalos contables.

En los mercados monetarios los movimientos han sido notables, sobre todo en EE UU. Tras la decisión de la Reserva Federal de mantener los tipos de interés en el 1,75% y cambiar el sesgo de 'neutral' a 'bajista', las expectativas de bajadas de tipos se acentuaron, aunque paulatinamente se han ido corrigiendo. En cualquier caso, la cuestión que se plantea tras el verano no es cuándo empezarán las subidas de tipos, sino más bien si habrá más bajadas. A pesar del repunte del precio del petróleo (que acumula una subida cercana al 40% en lo que va de año, alentada por la posibilidad de un ataque a Irak) no se observan presiones inflacionistas, lo cual contribuye a alejar el inicio de las subidas de tipos.

A su vez, la pérdida de confianza en la evolución económica se ha traducido en una reducción de la rentabilidad de los tipos largos. Los tipos a 10 años en EE UU se sitúan en torno al 4,20%, dando lugar a una ampliación del diferencial positivo a favor de Europa que alcanza unos 40 puntos básicos.

Sonsoles Castillo es economista del Servicio de Estudios de BBVA.

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