UPN insiste en llevar al Parlamento la reforma de la ley de símbolos

Sin importarle el anunciado fracaso de su propuesta, UPN enviará al Parlamento foral la reforma legislativa para impedir que la ikurriña ondee en los ayuntamientos, pese a saber de antemano que no prosperará. El secretario general de los regionalistas, Alberto Catalán, anunció que forzarán el debate parlamentario sobre las banderas por ser ésta una cuestión que afecta 'a la identidad de Navarra'.

Catalán volvió a acusar de 'hacer guiños al nacionalismo vasco' a los socialistas navarros, que 24 horas antes habían pedido a Miguel Sanz que no remita a la Cámara su reforma de la ley foral de símbolos de 1986 porque no la apoyarán 'en ningún caso', por estimar que es innecesaria y 'crispará' a la sociedad navarra. Al igual que IU-EB y otras formaciones de la oposición, los socialistas defienden la vigente ley, en la que queda claro que la única bandera oficial de Navarra es la enseña roja con el escudo de las cadenas y determina que esta enseña, junto a la de España, debe ondear en lugar preeminente del interior y exterior de los municipios navarros. Para el PSN, la cuestión principal es defender los símbolos que definen la identidad de Navarra, haciendo cumplir el texto de la ley a los ayuntamientos gobernados por las formaciones nacionalistas, que sólo exhiben la ikurriña o colocan esta junto a la bandera navarra y la local.

Los socialistas recuerdan que UPN ha obviado esa responsabilidad en los últimos años, pero el partido de Sanz parece estar interesado en suscitar un debate parlamentario que, aunque condenado de antemano al fracaso, le brinde la posibilidad de desgastar la imagen del PSN, presentándolo como cómplice de los nacionalistas en esta materia.

No obstante, el anuncio de Sanz, que quiere asimismo eliminar las ayudas públicas a los consistorios nacionalistas que coloquen la bandera vasca, ha incomodado también a diversos alcaldes de UPN en cuyos ayuntamientos ondea la ikurriña con normalidad. Es el caso del de Villaba, donde está de forma permanente, o de Burlada, en cuyas fiestas patronales se colocó junto a las banderas de Navarra, España y la localidad.

Catalán reiteró ayer sus críticas al PSN, reprochándole que busque no 'crispar al nacionalismo vasco', e insistió en la necesidad de modificar la norma para que recoja de forma expresa la prohibición de colocar otras banderas al margen de las citadas en la actual ley de símbolos.