El científico del ántrax acusa al FBI y a la prensa de persecución
Steven Hatfill, el científico estadounidense que ha sido relacionado con las cartas con ántrax (carbunco) que el año pasado mataron a cinco personas y aterrorizaron a Estados Unidos, defendió ayer de nuevo su inocencia y acusó al fiscal del Estado (ministro de Justicia), John Ashcroft, al FBI y a la prensa de perseguirle injustamente y haber convertido su vida en 'un infierno'.
Ninguna prueba ha relacionado a Hatfill con los ataques de ántrax. Su trayectoria profesional, como bacteriólogo en los programas secretos del Gobierno de EE UU, coincide con el perfil que se ha hecho el FBI del autor de las cartas, un investigador solitario que tenía fácil acceso al bacilo, probablemente en un laboratorio militar. Pero ni el FBI ni el Departamento de Justicia, después de haberlo investigado a fondo, lo han acusado de nada.
Aun así, el caso Hatfill saltó a la portada de los diarios y las televisiones estadounidenses gracias a filtraciones de las que el científico responsabilizó ayer al FBI. Los agentes federales, declaró Hatfill, querían dar una imagen de eficiencia y acción tras meses sin resultados.
Ésta es la segunda conferencia de prensa del bacteriólogo para defender su inocencia. 'Quiero mirar a mis compatriotas en los ojos y decirles que no soy el asesino del ántrax', repitió ayer. En esta ocasión responsabilizó directamente a Ashcroft por seguir apuntándole como sospechoso, pese a que su propio departamento reconoció la semana pasada carecer de pruebas contra él. Acusó al FBI de seguir vigilándole durante 24 horas, e incluso de haber interrogado a su novia y a sus amigos y haber registrado sus casas. 'Mi vida está siendo destruida por burócratas arrogantes'.
El científico también arremetió contra la prensa, a la que acusó de hacer el trabajo de investigación del FBI. Insistió especialmente en nombrar al columnista del diario The New York Times, Nicholas Kristof, que ha escrito artículos sobre él, designándole como el señor Z de la investigación.
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