El nuevo 'patriotismo americano'
¿Reforma a fondo o lavado de cara? Los esfuerzos de las autoridades estadounidenses para tratar de que los inversores recuperen la confianza en los mercados son, para algunos analistas, positivas, pero insuficientes. Falsificación de cuentas y uso de información privilegiada son sólo algunos de los escándalos descubiertos en buena parte de las compañías que cotizan en Wall Street. Y en plena época preelectoral -en noviembre hay elecciones al Congreso-, y quizá prebélica, el Gobierno de George W. Bush no quiere tener problemas, además, en el parqué. 'La decencia en los negocios es el nuevo patriotismo de América', ha dicho Paul O'Neill, secretario del Tesoro.
O'Neill realizaba estas declaraciones el 14 de agosto, el día en que finalizaba el plazo para que las 691 compañías cotizadas que facturan más de 1.200 millones de dólares juraran que sus cuentas se ajustan a la realidad. El control de calidad de los estados financieros es uno de los tres ejes de la reforma de la gobernabilidad corporativa. Los otros dos son la independización de los consejos de administración y la contabilización de las acciones sobre acciones como gasto. Las stock options sólo han servido, según asegura Paul Samuelson en un artículo, 'para tentar a los directores generales para que hagan aquello que lleva a la empresa a la bancarrota, en vez de convertirse en un negocio (...) que dé trabajo a más gente'.
Todos los cambios se encuentran limitados, sin embargo, por importantes obstáculos. Así, el sheriff de los mercados, la SEC, sólo tiene 100 abogados para revisar los documentos de las 17.000 empresas cotizadas.
