La guerrilla islámica de Filipinas decapita a dos rehenes cristianos

La guerrilla islámica de Filipinas, vinculada por EE UU a la red terrorista de Al Qaeda, ha decapitado a dos predicadores cristianos que mantenía como rehenes desde el pasado martes en la isla de Joló, al sur del país. El grupo Abu Sayyaf demuestra así que no está acabado, como sostenía el Gobierno de Manila. Fuerzas especiales de EE UU abandonaron la zona hace tres semanas tras adiestrar a tropas filipinas.

Las cabezas de Leonel Mantic y Lemuel Montolo, ambos de nacionalidad filipina y testigos de Jehová, fueron halladas en la madrugada de ayer envueltas en plástico en el mercado público de Patikul, en la isla de Joló, a unos mil kilómetros al sur de Manila. 'Con esta acción, los secuestradores quieren dar a entender que los cristianos no son bienvenidos en los territorios musulmanes', afirmó el jefe del Ejército filipino en Joló, general Romeo Tolentino. Una de las cabezas estaba acompañada de una nota en la que se leía: 'Los no creyentes en Alá correrán la misma suerte. Esto forma parte de nuestra yihad [guerra santa]'.

Las dos víctimas formaban parte de un grupo de ocho personas secuestradas por la guerrilla integrista el martes pasado en Patikul, mientras hacían promoción de productos cosméticos. Dos de ellos fueron liberados ese mismo día, al parecer por ser musulmanes. Cuatro mujeres continúan en manos de los secuestradores.

La presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, afirmó en julio que el Ejército había reducido al mínimo la capacidad de actuación de Abu Sayyaf. Arroyo hizo esta afirmación después de que los militares filipinos dieran por muerto al máximo líder del grupo, Abu Sabaya, en un enfrentamiento.

El portavoz presidencial, Ignacio Bunye, manifestó ayer que la decapitación de los dos secuestrados es un reto al Ejército, que inició horas después una amplia ofensiva con el bombardeo de algunas zonas de Patikul. 'La presidenta confía en el éxito de las operaciones militares y espera que los demás rehenes escapen o sean liberados ilesos', dijo Bunye.

El secuestro del pasado martes es el primero que lleva a cabo Abu Sayyaf desde que unos 2.000 soldados de las Fuerzas Especiales estadounidenses abandonaran Filipinas, el 31 de julio, tras seis meses desplegadas en el sur del país para ayudar al Ejército a derrotar a los integristas. Abu Sayyaf afirma ser un grupo islámico, pero sus modos de actuación indican que se trata más bien de una organización delictiva dedicada a la piratería y al secuestro en propio beneficio. Aunque su objetivo oficial es la independencia de la isla de Basilan, sus hermanos musulmanes del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN) y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI) no escatiman críticas contra Abu Sayyaf por creer que está minando la lucha legítima por un Estado islámico en la isla de Mindanao, de mayoría musulmana.