Una multitud impide a pedradas la detención de dos inmigrantes en Ceuta

Varios agentes de la Guardia Civil fueron apedreados ayer por un centenar de marroquíes en las inmediaciones de la playa próxima al puesto fronterizo del Tarajal cuando intentaban detener a los conductores de dos motos acuáticas que habían trasladado hasta la orilla a dos inmigrantes irregulares, los cuales consiguieron huir. Es la segunda vez que los traficantes de hombres utilizan este método en la última semana.

En torno a las cinco de la tarde, dos agentes avistaron desde la carretera por la que se accede a la frontera con Marruecos cómo las motos náuticas bordeaban la estrecha franja costera que separa la ciudad autónoma del país vecino y se adentraban hasta la playa, en la que dejaban a los dos inmigrantes, presumiblemente de nacionalidad paquistaní. En la orilla, camuflado entre los bañistas, les esperaba un grupo de personas, que los condujo hasta la barriada de Príncipe Alfonso, cercana a la frontera.

Los guardias, que formaban parte de la patrulla motorizada, intentaron interceptar a los pilotos de las motos, quienes lograron escapar hacia aguas de Marruecos. También intentaron detener a los asiáticos, pero un numeroso grupo les cercó y les apedreó desde una loma cercana. Los pedruscos destrozaron una de las motocicletas del instituto armado. La agresión fue aprovechada por los inmigrantes para esfumarse en las callejuelas de la barriada cercana.

Ésta es la segunda ocasión desde principios de semana en que las redes de inmigración clandestina utilizan motos de agua para transportar inmigrantes. Se aprovechan de que durante el mes de agosto muchas personas acuden a las playas de la bahía sur de Ceuta. También las numerosas urbanizaciones y puertos deportivos levantados en la vecina costa marroquí están muy poblados, y el tránsito de embarcaciones de recreo es elevado.