Respuesta de Albacete

Albacete se ha convertido, gracias al esfuerzo colectivo desarrollado por sus vecinos durante los últimos años, en una de las ciudades más habitables del país y en un referente en cuanto a los índices de calidad de vida que disfrutan sus habitantes.

La capital está inmersa en un proceso de trasformación para mejorar los servicios que presta a los ciudadanos y que ya está empezando a dar sus frutos; por ejemplo, su reciente calificación, este mismo año, como la ciudad más accesible del país, o el galardón que se nos ha concedido como la localidad más limpia de España.

Somos, y creo que en ello coinciden todas las personas que han tenido la ocasión de conocernos, una ciudad hospitalaria y receptiva con todos los que nos visitan, y por eso sorprende e indigna el artículo publicado por Ignacio Carrión, en el suplemento Gente de EL PAÍS del domingo 18 de agosto, y que parece tener como único objetivo el escarnio y la falta de respeto a los 150.000 habitantes de la ciudad, trasladando línea tras línea falsedades e insultos contra los vecinos de Albacete y su modo de vida.

Sólo desde el desconocimiento absoluto, o la mala voluntad, se puede defender la criminalización de un sector productivo como la cuchillería, calificando las navajas que se producen en nuestra ciudad, y que se exportan a todos los países del mundo, como 'armas blancas' o 'hierros afilados y agresivos'. La realidad es bien distinta, pues la navaja de Albacete no sólo es un emblema de esta ciudad, que se regala como símbolo de amistad, sino que constituye uno de los principales motores de la economía local y regional, del que viven más de 2.000 familias en Castilla-La Mancha.

Resulta intolerable que una ciudad que en los últimos tres años ha triplicado su presupuesto para prestar servicios a los ciudadanos, arreglando sus calles y ampliando las aceras para que todos puedan caminar y circular a sus anchas, y que es

miembro del grupo de Ciudades de Participación del Mundo -ya que, siguiendo el 'espíritu de Porto Alegre', las actuaciones municipales son determinadas por colectivos sociales-, sea ahora puesta en la picota por un señor que, utilizando el escaparate de EL PAÍS, nos califica de zona de 'guerra sin cuartel', un 'manicomio' repleto de 'demenciales lugareños', 'asesinos' o 'suicidas' que se 'embisten' entre sí.

Por estos motivos, y así se lo exijo con el convencimiento de que usted mismo compartirá mi petición, es imprescindible que EL PAÍS proceda a la inmediata rectificación de este 'disparate' firmado por el señor Carrión, subsanando el daño que su publicación haya podido causar tanto a la imagen de Albacete como a la de su propio diario.