_
_
_
_
Reportaje:CULTURA Y ESPECTÁCULOS

OUKA LELE ENSEÑA LOS SECRETOS DE SUS PINCELES FOTOGRÁFICOS

La fotógrafa madrileña ha creado escuela. A lo largo de esta semana, imparte un taller de la Universidad Complutense en El Escorial a una docena de jóvenes que van para artistas. Les enseña trucos, les indica técnicas y les cuenta anécdotas.

Carmen Morán Breña

Los artistas, o los que van camino de serlo, se refugian en el silencio del taller de los cursos de verano, un espacio para compartir ideas, mostrar sus fotografías, los trabajos de la universidad; para apartarse de la docencia que les da de comer o de la rutina académica. Y Ouka Lele les escucha, observa detenidamente sus trabajos, les da consejos, les sugiere técnicas, les cuenta anécdotas. La fotógrafa (Madrid, 1957) reflexiona en voz baja ante el trabajo de sus alumnos, y confiesa: 'Yo he perseguido siempre una imagen limpia, perfecta, he huido del grano y, sin embargo, ahora me gusta, da textura...'.

La docena de jóvenes que se ha apuntado a este taller de fotografía se sientan componiendo una U alrededor de Ouka Lele, y se van presentando y luciendo su obra: las fotografías que aprenderán a pintar durante esta semana siguiendo los pinceles de la maestra. Sobre la mesa, las acuarelas líquidas, las paletas, las botellas de agua.

'Yo busco la expresión de la cara. He hecho Bellas Artes, estaba desencantado, en crisis, me fui a Atenas', se presenta Lucas. En sus fotos una compañera ve al demonio. '¿Lo veis, las orejas?'. 'Ah sí, ahora lo veo'.

Manuel es 'de Córdoba y de Sevilla'. Arquitecto inacabado al que le gusta todo. Ha hecho marionetas, danza y fotos con la cámara de sus padres. 'Ha llegado el momento de concentrarme en algo'. Estos cinco días los dedicará a la pintura de fotos, a ver si ahí está su camino.

'¿Qué papel usas? Con esas fotos tan blancas vas a perder el dibujo cuando las pintes', le dice Ouka Lele. Y una alumna le reprende por no cuidar los negativos: sus fotos están llenas de rayajos. Pero es que Manuel hasta hace poco no sabía ni lo que era un diafragma.

Irene ha fotografiado a su familia tendida sobre la hierba, durmiendo entre pimientos de Padrón que ya no sirven porque están más rojos que eso, que un pimiento. Esa luz gallega sorprende a los compañeros. 'No sabía que los pimientos de Padrón se ponen rojos', la mira Ouka Lele interrogante. En las fotos de la coruñesa hay también vacas, enormes caras con cuernos que se escapan por los márgenes.

Virgina triunfa con sus fotos grises, ideales para ser pintadas de color, y Rocío cuenta que los vigilantes del metro no la dejaban tirar fotos por cuestiones de seguridad, seguramente. A Ouka Lele también la detuvieron un día cuando disparaba alguna de sus peculiares miradas. 'El guardia me quería quitar la cámara y me llevó detenida. Llamé a un amigo para que me llevara el carro del revelado hasta allí y cuando las revelé vieron cómo no había sacado a ningún guardia. Entonces yo quería denunciarle a él por haberme hecho perder la mañana', contó ayer a sus alumnos.

Los pinceles esperan mientras la última de las estudiantes enseña sus bodegones: cebollas, botellas, falsos árboles de brócoli sobre fondo blanco; una cara desenfocada detrás del cristal de la cocina que a Ouka Lele le encanta. También le había gustado la idea de Rocío, que se metió de cabeza en el bombo de la lavadora y sacó una original toma.

Los colores chillones de las primeras y exitosas obras de Bárbara Allende Gil de Biedma (su nombre real), a caballo entre la fotografía y la pintura, se apiñan en una mesa de este taller estival de la Universidad Complutense. Ouka Lele ha ido evolucionando hacia otros tonos y otras formas. Sus clases con los alumnos de El Escorial, venidos de todos lados con sus proyectos a cuestas, le permiten el encuentro con nuevas ideas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_