Tortugas contra las amenazas

Ayer domingo dos tortugas bobas volvieron al mar Mediterráneo, del que nunca debieron salir. La acción de la flota palangrera, que utiliza este método para la captura del pez espada y del atún, amenaza a las tortugas bobas que resultan malheridas con esta técnica de pesca.

Cada año se calcula que 20.000 tortugas de esta especie son capturadas por error, de éstas, el 25% muere como consecuencia de las heridas que les provoca este método de captura. Los dos ejemplares de tortugas bobas que recuperaron ayer su hábitat natural, en la Playa del Postiguet de Alicante, proceden del de la Fundación CRAM (Centro de Recuperación de Animales Marinos) de Cataluña. WWF/Adena, en colaboración con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) fueron los encargados de soltar a los animales, acción enmarcada en la campaña A fondo 2002. Operación tortuga, con la que buscan proteger a esta especie amenazada.

'La principal amenaza que tienen estos animales es la pesca con palangre', explicó Enrique Segovia, promotor de la iniciativa. 'A los pescadores no les interesan las tortugas, pero ellas son capturadas por error. Cogen el cebo y resultan heridas', matizó el responsable de la agrupación ecologista, 'y muchas de ellas mueren'.

WWF/Adena con motivo de esta campaña, que está recorriendo todo el litoral mediterráneo, pretende sensibilizar a la opinión pública delas amenazas de estas especies. 'Aprovechando la reforma de la política común pesquera se deberían incentivar métodos de pesca que no dañen el medio ambiente y no amenacen a las tortugas', solicitó Segovia, que defiende un cambio en sistema de arte pesquero. La campaña A fondo 2002 pretende mostrar al público otros problemas que amenazan la flora y fauna del Mediterráneo. Para conseguirlo un barco ecologista está recorriendo los principales puertos. Tras su estancia en Alicante el equipo zarpará hacia La Manga, Ibiza y Formentera.

Para WWF/Adena la superpoblación y la sobreexplotación son los principales peligros.