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Crónica:Aste Nagusia
Crónica
Texto informativo con interpretación

Marijaia toma el Arenal

La semana de los nueve días

Dentro del Teatro Arriaga, calor y cava; fuera, más cava, pero mezclado con kilos de harina, al estilo impuesto por los sanfermines. El inicio de la Aste Nagusia de Bilbao siguió ayer el guión heredado de años anteriores: recepción en el Arriaga y, a las siete en punto, chupinazo desde el balcón del teatro. Cambiaron, en parte, los protagonistas. El pregonero, Iñigo Barona, jugador del Bilbao Basket, fue el encargado de lanzar los vivas a Bilbao y a su Aste Nagusia, en reconocimiento a los éxitos del club en la pasada temporada; la chupinera Lurdes Luke, de la comparsa Satorrak, encendió el cohete que abrió las fiestas.

El alcalde, Iñaki Azkuna, y la corporación municipal no acompañaron al pregonero y la chupinera en el momento de salir a lanzar el cohete. Los huevos que se estrellaban conta la fachada del Arriaga así lo recomendaban. Sólo el portavoz de Batasuna, Lander Etxebarria, se asomó al balcón -aquél por el que iba salir Marijaia- con una pancarta apoyando el acercamiento de los presos etarras para asegurarse unos cuantos planos en televisión.

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El himno de las fiestas Badator Marijaia, compuesto por Kepa Junkera, tomó el Arenal después del chupinazo. Por detrás de la bulla de las primeras filas, donde seguían saltando los comparseros más jóvenes, centenares de personas de todas las edades se unían a la fiesta.

Todos ellos tarareaban 'Marijaia Bilbora etorri da' (Marijaia ha venido a Bilbao).

El Ayuntamiento aprovechó el inicio de la Aste Nagusia para homenajear al cocinero Genaro Pildaín, reconocido maestro en la elaboración del bacalao. Azkuna, con el aire festivo que le daba ir en mangas de camisa, agradeció a Pildaín que haya llevado el nombre de Bilbao por el mundo y le entregó una placa conmemorativa.

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El pregonero, asediado por radios y televisiones, aún tenía fuerzas para hacer una recomendación. Barona, aunque no tiene hijos, sugirió a las familias que disfruten de las actividades para niños del Txikigune instalado en el Muelle de Ripa.

Los vecinos de Bilbao ya han tenido oportunidad de conocer de antemano lo que la Aste Nagusia les va a ofrecer gracias a los 145.000 ejemplares del programa de fiestas que el Ayuntamiento ha distribuido a domicilio. La primera jornada llegó con lo más internacional de la oferta musical: el concierto de Simple Minds. Pero aún queda mucho por disfrutar. O sufrir, según se viva la semana que trastorna el tráfico, los horarios y las costumbres.

El Ayuntamiento ha dedicado más de 2.067.000 euros al presupesto de las fiestas. Durante el día, como manda la tradición, es el momento de los pasacalles, de sacar a las plazas el teatro, de los juegos para los niños, los conciertos de la Banda de Música, las bilbaínadas y también de bregar con las cazuelas de los concursos gastronómicos. Con las txosnas en silencio y bajo la luz natural, vuelve al Arenal y al Casco Viejo un ritmo más tranquilo, con un aire a fiestas de pueblo que se esfuma a caer la tarde.

Los toros, los deportes (ciclismo, regatas, pelota o deporte rural, según el día de la semana) y las danzas vascas encuentran su sitio en el programa tras la larga sobremesa festiva, antes de que llegue la hora del concierto diario de música clásica y el comienzo de las romerías.

En Aste Nagusia, los fuegos artificiales son la bisagra entre día y noche. Este año el concurso se limitará a los días impares, con la participación de los ganadores de las pasadas cinco ediciones del certamen. Atención al horario porque la quema se ha adelantado a las 22.30 - excepto el día de clausura, que será a las 23.00- para permitir que el público llegue a tiempo a otros espectáculos nocturnos.

A partir de los fuegos se abre el abanico de música y verbenas. Los escenarios, los habituales. La Plaza del Gas acogerá sonidos que van del rock al soul y el reggae. Barricada, Dover y Amparanoia estarán allí en el último año en que esta plaza acogerá conciertos.

Quienes prefieran evitar el follón del Casco Viejo se decantarán por la Pérgola del parque de Doña Casilda, donde se escuchará a Juan Perro, Noa o Martirio, ente otros. La Plaza Nueva seguirá cobijando las músicas del mundo. Tres ejemplos: el cantaor José Menese, el rock de Ruper Ordorika y los fados de portuguesa Mariza.

NOVEDADES

La oferta de teatro de sala, en temporada alta durante el mes de agosto en Bilbao, se refuerza este año con los espectáculos al aire libre por la noche. El teatro de calle comenzará cada madrugada a la una en la plaza del Arriaga.

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