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Una jubilada de Torrejón sufrió malaria tras picarle un mosquito llegado en avión

Sanidad descarta, después de un año de análisis, que el insecto procediera del río Henares

Un caso de malaria sufrido por una jubilada de Torrejón de Ardoz ha llevado de cabeza, durante un año, a los técnicos de la Consejería de Sanidad. Los médicos no entendían cómo se había contagiado la mujer, que no había viajado al extranjero. La malaria, una enfermedad que trasmiten al hombre algunas especies de mosquitos, fue erradicada en España en 1961 y todos los casos registrados desde entonces han sido en personas que volvieron enfermas de algún viaje. Sanidad se alarmó porque temía que el mosquito que transmite la malaria hubiera colonizado alguna charca del cauce del río Henares. Pero los análisis han sido negativos y parece que la mujer fue picada por un mosquito llegado en avión.

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Un mosquito anofeles, con el parásito de la malaria en su organismo, vuela por algún país tropical, cerca de un aeropuerto. El insecto logra colarse en un avión que se prepara para el despegue. Horas después, el avión aterriza en Barajas y el insecto, tras quedar en libertad en España, se posa sobre la piel de una persona y le pica. Días después, ante el asombro del paciente y del médico, la mujer desarrolla la malaria o paludismo.

Parece una leyenda urbana, pero es un caso real. Ésta es la conclusión a la que han llegado los técnicos de Salud Pública de la Consejería de Sanidad después de un año de investigaciones. La mujer se restableció de la enfermedad en pocos días al ser tratada con medicinas, pero su caso alarmó a Sanidad.

Como la mujer no había viajado a ningún un país donde la malaria es frecuente (casi todos los africanos y muchos de Latinoamérica y Asia), esto quería decir que había sido un mosquito anofeles el que había llegado hasta Torrejón de Ardoz. ¿Cómo explicar esta visita inesperada? Sólo había dos posibilidades: que el mosquito fuera extranjero, llegado a la región en un avión, o que el insecto fuese nacional, nacido supuestamente en la cuenca del Henares.

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Si se trataba de un mosquito viajero, el problema quedaría en poco más que una curiosidad médica llamada malaria de aeropuerto, una enfermedad rara, pero no excepcional. En Europa se han registrado en los últimos 25 años 77 casos -28 de ellos en Francia-, según un informe del Gobierno francés. Estas personas fueron infectadas en Europa, sin haber estado jamás en zonas donde el paludismo es endémico.

Fuentes de Iberia aseguran que todos los vuelos con origen y destino en África o países donde haya malaria son sometidos a desinsectación, como recomienda la Organización Mundial de la Salud, por lo que es improbable que un mosquito sobreviva en la zona de pasajeros.

Los expertos médicos sospechan que el anofeles viaja en el avión oculto en maletas y contenedores, desde donde posteriormente puede atacar a alguna persona que vive o trabaja cerca del aeropuerto.

Pero si el mosquito hubiera sido español, la situación podría haber sido ser más grave, ya que querría decir que miles de mosquitos nacidos en el Henares podían transmitir la malaria. 'Sanidad ha estado muchos meses tomando muestras del agua del río, pero nos han dicho que no han encontrado larvas del mosquito', explica Salvador Guardiá, concejal de Salud de Alcalá de Henares. Un portavoz de la consejería añade que la investigación sigue abierta, si bien la hipótesis del mosquito nacional ha sido descartada.

En España se registraron 458 casos de malaria en 2001, 165 de ellos en Madrid, según el Boletín Epidemiológico que elabora el Ministerio de Sanidad. Madrid concentra muchos casos porque la unidad de Medicina Tropical del hospital Ramón y Cajal es de referencia nacional y a ella llegan muchos casos de enfermos de otras provincias.

La malaria es una enfermedad frecuente en muchos países de África, Latinoamérica y Asia. También lo fue en España, en zonas húmedas del sur de la Península. Pero fue erradicada en 1961: el último caso se registró en la localidad extremeña de Navalmoral de la Mata. La enfermedad está causada por un parásito microscópico que el mosquito introduce en el sistema circulatorio humano. Una vez en la sangre, el parásito va al hígado, donde se establece y se extiende por el cuerpo provocando fiebres, escalofríos y sudores.

'Tratada adecuadamente, la malaria se cura en dos o tres días. Pero, al ser poco frecuente en España y presentarse con síntomas poco concretos, puede confundirse con otras enfermedades. Entonces puede matar al enfermo', explica Rogelio López-Vélez, responsable de la unidad de Medicina Tropical del hospital Ramón y Cajal. López-Vélez recuerda que 'hace siete años hubo otro caso de malaria de aeropuerto en un barrio cercano al aeropuerto' de Barajas.

Un 55% de los pacientes tratados en el Ramón y Cajal son turistas o personas que trabajan en el trópico. El resto son inmigrantes que han llegado enfermos a España. En los países de origen, la malaria es una enfermedad endémica, que muchas veces se convierte en crónica y que provoca una tasa de mortalidad reducida. Sin embargo, los europeos son mucho más vulnerables a la malaria, ya que su cuerpo no tiene defensas para combatirla. La mortalidad en ellos puede alcanzar el 30%, según datos del Ramón y Cajal.

Peligro para turistas de última hora

La malaria afecta a turistas e inmigrantes. Esto es así porque, para contraer la enfermedad, la persona debe ser picada por un mosquito anofeles que lleve en su organismo el parásito que la causa. 'Hay otras vías de contagio, como los toxicómanos que compartan una jeringuilla o la madre al feto durante el parto. Pero son muy excepcionales e inexistentes en España', explica Rogelio López-Vélez, responsable de la unidad de medicina tropical del hospital Ramón y Cajal. Pese a que la malaria fue una enfermedad presente en los humedales del sur de España hasta 1961, hoy nadie se contagia de la enfermedad en España. 'Cada especie del mosquito anofeles sólo puede transmitir un tipo del parásito de la malaria', afirma López-Vélez. Por esto, aunque en España aún hay especies de mosquito anofeles, éstos no pueden transmitir la malaria que traiga una persona que haya estado en otro país. 'Es imposible, no hay que alarmar con esto. Los mosquitos españoles que transmitían la malaria sólo podían hacerlo con el tipo de parásito que había aquí, que fue erradicado. La gente que viene enferma de África no puede contagiar a nadie, aunque le pique un mosquito español y éste pique a otra persona. Este mosquito no transmitirá las malarias africanas', según Pérez-Vélez. Lo que sí preocupa a este médico es el aumento de casos graves de malaria que han afectado a turistas que viajan sin tomar precauciones. 'Este año hemos tenido ya a 10 pacientes ingresados en la UCI al borde de la muerte', alerta López-Vélez. Estos casos están ligados al aumento de viajes de turismo a países africanos, como Senegal. 'Hay ofertas de billetes de avión de última hora que la gente compra, nadie les avisa de que deben medicarse y, al no tener defensas naturales, estas personas son muy vulnerables a la malaria', asegura el médico. Tomando las debidas preocupaciones, la malaria no es una enfermedad que deba preocupar a los viajeros. 'Hay muchos medicamentos que, tomados adecuadamente, impiden el contagio o reducen su gravedad al mínimo.', explica López-Vélez. 'Tomando estas precauciones, se puede disfrutar de los países exóticos con toda seguridad', concluye.

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