250 clientes denuncian por estafa al dueño de una empresa de compraventa de coches
La policía busca en Bélgica al supuesto culpable del fraude, cifrado en tres millones de euros
El caso Pérez de Villaamil adquiere día a día mayor dimensión. Unos 250 clientes de este concesionario de compraventa de coches de segunda mano han denunciado al propietario, por supuesta estafa, en la comisaría del distrito de Chamartín. Acusan a Luis Pérez de Villaamil de haber vendido sus vehículos a otras empresas de toda España y no haberles abonado las cantidades acordadas. El montante del supuesto fraude puede ascender a tres millones de euros, según fuentes de la investigación. Éstas señalaron que el dueño de la empresa está siendo buscado en Bélgica.
La supuesta estafa saltó a la luz hace 15 días, cuando unos 30 clientes se reunieron de forma espontánea frente a uno de los garajes de que dispone Automóviles Pérez de Villaamil en el número 30 de la calle del General Moscardó (Chamartín). Los afectados se dieron cuenta de que el local estaba cerrado a cal y canto y que los pagarés a 60 días que habían recibido para cobrar el importe de sus coches carecían de fondos. Ante esta situación, decidieron acudir al Cuerpo Nacional de Policía. Poco a poco, el número de denuncias se ha incrementado, y con ello, también la cuantía global del presunto fraude.
La forma de trabajar de Pérez de Villaamil siempre era la misma. Aquella persona quequería vender su automóvil, acudía a uno de los concesionarios de Pérez de Villaamil (tiene uno en la calle del Padre Claret y otro en la del General Moscardó). Tras ser tasado el coche, el personal del local se comprometía a vendérselo a un tercero, generalmente otra empresa de coches. Cuando este tercero vendía el automóvil a un particular, Pérez de Villaamil cobraba la cantidad estipulada. Entonces debía abonar al antiguo propietario del vehículo la cantidad previamente acordada. Para ello, entregaba pagarés a 60 días.
Esta forma de actuar es la que ha permitido, según fuentes policiales, la estafa, ya que el propietario del coche entregaba a la empresa Pérez de Villaamil toda la documentación del vehículo. Con ella se puede formalizar ante la Jefatura Provincial de Tráfico, sin ningún problema, el traspaso del vehículo a otra persona. 'Quien adquiera el coche no tiene ninguna responsabilidad, ya que él ha pagado su vehículo y lo tiene registrado a su nombre', señalaron las citadas fuentes.
En otros casos, los menos, los dueños no han podido recuperar el vehículo que habían dejado en depósito para ser vendido. En general, se trata de vehículos de gran cilindrada, tipo Mercedes, Jaguar o BMW. Las últimas denuncias también incluyen utilitarios más baratos, como el modelo Seat Ibiza y otros fabricados por marcas japonesas.
Fuentes policiales señalaron que todos los coches denunciados han sido hallados repartidos por toda España y que en la Dirección General de Tráfico ya constan registrados a nombre de sus nuevos propietarios. Muchos de ellos fueron trasladados hasta Barcelona
Fundada en 1998
Desde hace 15 días, las denuncias por supuesta estafa contra Pérez de Villaamil se han ido incrementando día a día. La sociedad que está siendo investigada es propiedad de la esposa de Luis Pérez de Villaamil, Gloria Cabo Durán. Fue fundada en 1998 y hasta las últimas semanas no había generado problemas.
Según llegaron las denuncias, la policía citó en comisaría a todos los trabajadores de Automóviles Pérez de Villaamil. Tras prestar declaración, quedaron libres. Los agentes encargados de la investigación cursaron hace 12 días una orden de búsqueda y captura del dueño, que fue transmitida a Interpol. Tras diversas pesquisas, descubrieron que el supuesto estafador se encontraba en Bélgica. Los policías se han puesto en contacto con sus homólogos belgas para que Pérez de Villaamil sea detenido lo antes posible. Los investigadores creen que, además del dueño de la compañía, podrán ser imputados del supuesto delito de estafa más empleados. Entre ellos está el responsable de las finanzas, F. R. V., de unos 40 años.
El artículo 250 del Código Penal establece que la estafa será castigada con una pena de prisión de uno a seis años, cuando se realice 'mediante cheque, pagaré, letra de cambio en blanco o negocio cambiario ficticio'.
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