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La policía británica interroga al hombre que estuvo con Mohamed Atta en Madrid

El ciudadano ugandés con pasaporte del Reino Unido niega que esté vinculado a Al Qaeda

José María Irujo

La policía británica ha localizado en el Reino Unido a Emjad Iqbal Aezal, la persona que el 8 de julio de 2001 se alojó en el hotel Diana Cazadora de Madrid junto a Mohamed Atta, el jefe de los pilotos suicidas del 11-S. Aezal llegó al hotel con Atta, durmió en la habitación contigua, paseó y cenó en compañía del terrorista, pero, según ha declarado en su interrogatorio, su encuentro con el hombre que estrelló el primer avión contra las Torres Gemelas fue casual. Atta estaba en Madrid de paso hacia Tarragona, donde asistió a una cumbre con otros cinco terroristas.

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La incógnita sobre el hombre de rasgos árabes que acompañó al egipcio Mohamed Atta, de 33 años, durante su fugaz estancia en Madrid dos meses antes del atentado se ha desvelado. Se trata de Emjad Iqbal Aezal, de 42 años, natural de Ginga (Uganda), con pasaporte británico número 1020230466 y residente en el Reino Unido.

Atta y Aezal reservaron su hotel en la misma agencia de viajes, la compañía Aira, SA, en el aeropuerto de Barajas, donde les asignaron dos números correlativos. Al establecimiento de tres estrellas llegaron a bordo del mismo autobús, hablaron como si fueran amigos y reservaron en la recepción dos habitaciones contiguas: la 111 para Atta y la 109 para Aezal. Esa noche salieron juntos a cenar carne, pasearon y charlaron por los alrededores del hotel; luego bebieron vodka en los sofás del vestíbulo y, a la mañana siguiente, tras abonar algunos gastos, regresaron de nuevo juntos al aeropuerto, según el testimonio de media docena de testigos interrogados por la policía.

El 9 de julio, Atta alquiló un turismo Hyundai con el que viajó a Tarragona, donde se reunió con Marwan al Shehhi, el emiratí de 23 años que estrelló el segundo avión contra la torre sur, y el yemení Ramzi Bin al Shibh, de 29 años, coordinador del atentado, para atar cabos de la acción terrorista. El ugandés Emjad Iqbal volvió al aeropuerto y tomó un avión de regreso al Reino Unido, donde al parecer reside.

Registro erróneo

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La localización de Iqbal ha sido difícil porque en la recepción del Diana Cazadora lo registraron erróneamente en el libro del hotel como Iqbal Afzal. Además, confundieron alguno de los números de su pasaporte. Pero la llamada telefónica, de 21 minutos de duración, que hizo a un número de Manchester (Reino Unido) ha facilitado su posterior localización, vigilancia e interrogatorio.

La policía británica ha comunicado a las autoridades españolas y al FBI que Emjad Iqbal asegura no tener ninguna relación con Al Qaeda (La Base), la organización terrorista que dirige Osama Bin Laden. En su declaración ante los agentes británicos aseguró que su encuentro con el hombre que iba a protagonizar el mayor atentado terrorista de los últimos 50 años fue una casualidad. Atta se le presentó como turista y en ningún momento sospechó nada.

La policía y la justicia española han solicitado a las autoridades británicas que les comuniquen por escrito los datos que tienen sobre Emjad Iqbal Aezal, así como el contenido de su declaración policial por si ésta aporta algún dato de interés al inquietante viaje del jefe de los pilotos suicidas a España.

Un informe reservado de la Comisaría General de Información de la policía, entregado al FBI y elaborado antes de que se localizara al ciudadano ugandés, destaca el cúmulo de casualidades que pusieron a Aezal y a Atta frente a frente el 8 de julio de 2001, y pone en duda que su encuentro fuera coincidencia.

El documento reconoce que puede ser casual el que la agencia de viajes Aira les diera un número correlativo a ambos cuando reservaron su hotel, pero a continuación dice: 'Esto que pudiera ser una serie de coincidencias, dos personas llegan al aeropuerto de Barajas, se ponen en una cola de una agencia de viajes, les asignan el mismo hotel y ocupan habitaciones contiguas, resulta más llamativo cuando se ha comprobado que Iqbal estaba en el aeropuerto de Barajas dos días antes'.

El informe policial señala que una persona con el mismo nombre que el ciudadano ugandés reservó el 6 de julio, a través de la agencia Aira, SA, una habitación para dos noches en el hotel Anaco, en el centro de Madrid. Por circunstancias desconocidas, posiblemente porque tardó más de dos horas en llegar y perdió la reserva, no se alojó en dicho establecimiento, dice el redactor del documento.

Y añade: 'Sin embargo, Aezal se trasladó el día 8 desde el centro de Madrid hasta el aeropuerto de Barajas y, en vez de tomar un avión y marcharse fuera de España, lo que hizo fue ponerse en la cola en la misma agencia de viajes y reservar otro hotel en las inmediaciones del aeropuerto, coincidiendo con Atta. Esta explicación resulta absurda salvo que hubiera perdido el avión y tuviera que esperar hasta el día siguiente. Aparentemente son un elevado número de coincidencias', concluye.

Las explicaciones de Emjad Iqbal han debido ser convincentes porque el hombre que charló, cenó, paseó y bebió junto a Atta el 8 de julio de 2001 en Madrid no ha sido detenido. La policía británica no ha encontrado ningún vínculo que le una a Al Qaeda.

Habitación 111 del hotel Diana Cazadora, en Barajas (Madrid) donde durmió Mohamed Atta.
Habitación 111 del hotel Diana Cazadora, en Barajas (Madrid) donde durmió Mohamed Atta.LUIS MAGÁN

La red de apoyo, un 'puzzle' aun sin descifrar

A los agentes de la Comisaría General de Información que investigan el rastro de Al Qaeda (La Base) en España, han desarticulado varias de sus células, detenido a sus presuntos responsables y reconstruido el paso de los pilotos suicidas del 11-S por la costa mediterránea, les falta la pieza principal del puzzle que intentan descifrar: la identidad de las personas que apoyaron a los terroristas durante la cumbre que celebraron en Tarragona ocho semanas antes del atentado. Durante los 10 días que Mohamed Atta permaneció en Tarragona y Salou, el jefe del comando de 19 hombres que secuestraron los cuatro aviones comerciales empleados en el ataque suicida se alojó sólo cinco días en los hoteles San Jordi, Montsant y Casablanca. Los restantes días son una incógnita. Ramzi Bin al Shibh y su acompañante durmieron únicamente una noche, la del día 9, en el hotel Mónica en Cambrils, y regresaron el día 17 a Alemania. ¿Dónde descansaron las siete jornadas restantes? El resto de los congregados en la cumbre no dejaron rastro en ningún hotel, aunque fueron reconocidos por testigos durante su estancia en el parque de Port Aventura (Salou). Todo indica que los terroristas árabes recibieron la ayuda e infraestructura de simpatizantes de Al Qaeda que residen en la zona y que hasta ahora la policía no ha logrado identificar, aunque baraja una lista de posibles sospechosos. Todos los esfuerzos de la investigación se dirigen ahora en esa dirección, según reconocen fuentes policiales. La detención de los que apoyaron a los pilotos suicidas puede dar luz a todos los interrogantes que siguen sin resolverse sobre la estancia de los terroristas en España, en fechas tan próximas al atentado terrorista que causó 3.000 muertos en el corazón del país más poderoso del planeta. ¿Quién dio alojamiento a los terroristas? ¿Dónde se reunieron durante tantos días sin que nadie lograra verlos juntos? Los responsables de una delegación de la CIA que visitó Madrid hace dos semanas agradecieron a la policía su investigación sobre los rastros de Al Qaeda en España. Las autoridades estadounidenses no ocultan su interés por el paso de los terroristas por España, ya que el atentado se planificó en Europa.

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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