Un nuevo estallido de violencia provoca 16 heridos en Caracas

Un total de 16 personas, 11 partidarios del presidente Hugo Chávez y cinco policías, resultaron heridas el jueves en enfrentamientos en Caracas. Los disturbios se produjeron tras una resolución preliminar del Tribunal Supremo de Justicia, que rechazó el procesamiento de cuatro militares acusados del golpe de Estado de abril contra Chávez. El presidente venezolano mantiene una disputa abierta con el alcalde de la capital, Alfredo Peña, notorio antichavista.

Venezuela no recobra la calma. El fallo parcial del Supremo -el definitivo se espera para la próxima semana- contra cuatro militares acusados por el golpe del 11 de abril desencadenó la protesta de los seguidores de Chávez. Los chavistas se enfrentaron a la Policía Metropolitana de Caracas, cuyo alcalde, el periodista Alfredo Peña, cambió de bando hace un año y se transformó en decidido opositor al presidente de Venezuela.

La decisión, a plazos, del Supremo sobre el enjuiciamiento de los militares golpistas crea tensión, mientras los chavistas siguen con la protesta. En un primer fallo días atrás, la decisión de no enjuiciar a los golpistas se tomó por 12 votos en contra del procesamiento y 8 a favor. El jueves, la votación fue de 11 contra 9. En espera del fallo definitivo, a principios de semana, la tensión se mantiene.

Tras el fallo del TSJ del jueves, los chavistas iniciaron la protesta en el centro de la capital. El Gobierno de Venezuela y el municipio de Caracas se culpan de los disturbios. Henry Vivas, director de la Policía Metropolitana, a las órdenes del alcalde opositor Peña, dijo que los responsables de los hechos violentos son los mismos que estos días atacaron en los alrededores del TSJ y de la Asamblea Nacional. Manifestantes chavistas y funcionarios de la Policía Metropolitana se acusaron de haber usado armas de fuego.

Reproches mutuos

El jefe policial Vivas denunció que se presentaron en el lugar de los disturbios dos diputados chavistas y Lina Ron, dirigente de los Círculos Bolivarianos, una fuerza de choque civil del chavismo, que se encuentra en libertad provisional. Asegura Vivas: 'Yo dialogué con ellos, les expliqué la situación y les pedí que se retiraran. Ellos dijeron que iban a retirar a toda esa gente y se retiraron del sitio. Luego empezaron a lanzar botellas, piedras y dispararon'. El alcalde de Caracas, Peña, culpó a Chávez de la situación de violencia. Según Peña, fue Chávez quien 'envalentonó' a sus seguidores cuando dijo que se podía disparar contra la policía en defensa propia.

El vicepresidente de Venezuela, el veterano periodista izquierdista José Vicente Rangel, pidió que la Fiscalía General de la República abra una investigación para aclarar la responsabilidad de la Policía Metropolitana en los disturbios. Para Rangel, la Policía Metropolitana es la causante de los incidentes en Caracas: 'Yo temo que la Metropolitana, una vez más, provocó a los manifestantes. No había ninguna situación especial y en este momento, según mis informaciones, hay siete heridos de bala'. Según Rangel, las protestas ante el Supremo son expresión del pueblo: 'Eso forma parte de lo que es una situación especial, como la planteada con motivo de este proceso. Al mismo tiempo, conviene señalar que el Gobierno ha sido categórico al afirmar que respeta realmente al TSJ y ha hecho un llamamiento a que todas las personas lo respeten'.

El mismo TSJ que rechazó el procesamiento de cuatro de los militares acusados de golpistas el 11 de abril declaró 'inadmisible' una solicitud de la oposición contra Chávez para declarar su 'incapacidad mental'. Dos diputados del partido Acción Democrática presentaron la solicitud de incapacitar a Chávez. El Supremo, por unanimidad de sus 20 miembros, considera que no existen 'elementos probatorios' que demuestren la 'locura' del presidente. El presidente del TSJ, Iván Rincón, declaró que la demanda de los opositores se basaba en 'conductas' de Chávez que 'no tienen nada que ver con la demencia absoluta que se puede alegar de una persona'.A su regreso a Venezuela, tras asitir en Bogotá a la toma de posesión del nuevo presidente de Colombia, Álvaro Uribe, Chávez apeló a sus seguidores a defender 'la revolución bolivariana' y aseguró que no se rendirá nunca, 'porque este pueblo no se va a rendir jamás'. Insistió Chávez: 'Repito una vez más que debemos incrementar el esfuerzo y redoblar la marcha, afinar la vista. Debemos incrementar la alerta. Debemos trabajar mucho mejor y mucho más duro cada día para consolidar y fortalecer esta revolución'. Añadió Chávez que en Bolivia, Colombia, Ecuador y Brasil mucha gente le decía: '¡Chávez, no decaigas; Chávez, no te rindas!'