El Gobierno descarta que haya un 'comando' estable en la zona

'No hay un comando estable', aseguró ayer el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Francisco Camps. Aunque Interior considera que con bastante probabilidad los autores de la explosión de Torrevieja son los mismos terroristas que atentaron en Santa Pola el pasado domingo, Camps, como ya hizo con el coche bomba que costó la vida a una niña de seis años y un adulto de 57, apuntó a un comando itinerante porque 'la presión de las fuerzas y cuerpos de seguridad' hace 'imposible' que ETA pueda sostener un grupo estable en la zona, una de las de mayor atractivo turístico en España. El presidente de la Generalitat Valenciana, José Luis Olivas, dijo ayer que ETA 'ha decidido utilizar la Comunidad Valenciana como altavoz de sus actos terroristas' para crear alarma, 'porque sabe que estos días nos visitan cientos de miles de personas'.

ETA ha realizado 11 campañas contra zonas turísticas desde 1979, con un total de 144 atentados. La particularidad de los dos últimos años es el empleo de coches bomba. Esas campañas se han cobrado una persona muerta y otras 72 heridas, según datos de Vasco Press.

La idea inicial de atentar contra intereses turísticos del Mediterráneo correspondió a ETA político-militar, que en 1979 y 1980 colocó bombas en Torremolinos, Benidorm, Castellón, Girona, Marbella, Jávea, Fuengirola, Alicante, Estepona, Mijas y Benalmádena. Tras un paréntesis de cinco años, en 1985 ETA militar retomó los objetivos de los polimilis con una campaña de 20 bombas en ocho localidades de Valencia y Alicante. Un año más tarde, 15 artefactos de escasa potencia explotaron en nueve localidades de Alicante, Valencia, Málaga, Sevilla y Granada.

Nueva operación

En 1991, ETA volvió a llevar a cabo una nueva operación udara (verano) con siete bombas en instalaciones turísticas de Alicante y Málaga durante el mes de mayo y otras seis en las vías férreas en agosto. La sexta campaña se produjo en 1993, con 11 artefactos. En 1995 la organización terrorista cometió 18 atentados dentro de la campaña de verano. La octava campaña contra el turismo incluyó 24 artefactos explosivos, uno de los cuales causó 33 heridos en el aeropuerto de Reus. En 1997, ETA hizo una breve campaña con cinco artefactos en las provincias de Castellón y Girona. El pasado año se cometieron ocho atentados contra intereses turísticos y transporte ferroviario. La novedad fue que ETA empleó coches bomba en Roses, donde murió un agente de la policía autonómica catalana, en Gandia, en los aeropuertos de Málaga y Madrid y en Salou.

En lo que va de año, los atentados terroristas relacionados con intereses turísticos y económicos incluyen las bombas colocadas en Fuengirola, Marbella, Zaragoza, Mijas y Santander, en junio, durante la cumbre la cumbre europea en Sevilla, y los dos de Madrid en abril y mayo.